sábado, 27 de marzo de 2010

Sexta encuesta


Esta sexta encuesta ha sido la segunda que mas votos ha acumulado, (27, sobre 29 la tercera) y creo que también ha sido la que mas tiempo ha permanecido online, prorrogando su duración en 2 o 3 ocasiones.

Leer más...Preguntaba en esta ocasión si os molesta que los enlaces que suelo poner en el texto se abran en la misma ventana, en lugar de otra, habiéndose acumulado 10 votos para el si, 9 para el no, y 8 para la indiferencia. Sin lugar a dudas ha sido una encuesta muy reñida, yendo practicamente el si y el no parejos en todo momento (y el "me da igual" no muy por detrás, tampoco...)

Esto tenía una pregunta implícita por detrás. Aunque la segunda encuesta, dijo que una clara mayoría (14 de 18) visitan el blog con Mozilla, el cual, implementa TDI, no es menos cierto que IE 7 y 8 también lo incorporan.

Tanto si usais Mozilla, como IE 7 u 8, mientras no useis IE6, teneis la navegación TDI a vuestro alcance, pero, esta encuesta ha puesto de manifiesto que 10 de 27, no quieren ejercer el trabajo de abrir ellos la pestaña, que preferirían que se abriese sola al clickar.

Esto es absolutamente lógico, pero en Mozilla, que es en lo que este blog se basa, dando un solo click en el botón central (la rueda) te abre el link en nueva pestaña. Incluso, si quereis que se abra en nueva pestaña, y que además está pase a primer plano, se hace también con botón central, teniendo las Shift (Mayuscula) pulsada. Incluso, hay algunos otros atajos que no vienen al caso, Mozilla es vuestro amigo.

IE no uso, no conozco, pero en IE8, botón central hace lo mismo
, y en IE7 por lo menos, se puede hacer con otros atajos.

No quiero esquivar mi responsabilidad, si esto no existiese, yo no lo cambiaria, ya que los links en blogspot, son sin el atributo target, es decir, se abren en la misma ventana (como la mayoría de los links en internet). Esto se puede cambiar, editando el código que blogspot genera, no es técnicamente complicado, ni lleva minutos, pero, es cansado. Esto es vagancia por mi parte, siendo que no lo veo tan grave como cuando tuve que poner lo de "Leer Más", pero sinceramente, considero que no hay molestia ninguna, aunque yo sea un poco vago.

Con esta encuesta pretendía recoger vuestra opinión sincera, vistas opiniones de barra que han tenido a bien darme algunos allegados, en la que el interlinkado y su optimización era siempre tema presente.

Vision Divine - Send me an angel

jueves, 25 de marzo de 2010

Therion - Rise of Sodom And Gomorrah

miércoles, 24 de marzo de 2010

El Reno Renardo - Crecí en los 80

martes, 23 de marzo de 2010

MdT: Humanos


He preparado para el RdV una guía que pretende parcelar los tipos de personaje humanos que uno puede jugar en el MdT, con el fín de que el lector entienda como deben verse los humanos; como un tipo de pj generico, (con sus particularidades, si acaso) nunca como diferentes tipos de personaje según cual sea su profesión (cazador gubernamental, medium, Shi, ghoul...)

Esta idea central, ha evolucionado hasta presentar un sistema crossover para la magia estática, y pequeñas reglas necesarias para humanos (deshidratación, inanición, edad...) formando así un documento de referencia a la hora de pretender usar humanos de forma independiente a otros juegos.

MdT: Humanos

domingo, 21 de marzo de 2010

Crear nombres celestiales


A veces hace falta una ayuda a la creatividad para generar un nombre Celestial, este sistema (que he visto de pasada cayendo en la web de una tarotista) originariamente era parte de un absurdo ritual para "adivinar el nombre de tu ángel protector" pero he pensado que ya que había caído en su web, podía reutilizarlo para al menos, aportar algo a mis lectores, y sacar algo de valor de su intento de estafar crédulos

Leer más...Seleccionar tres, cuatro o cinco consonantes.
Procede entonces a colocar cualquiera de las cinco vocales, en el orden que mejor suenen, entre medio de las consonantes.
Opcionalmente, se le añade el final "el " o "on" al nombre que han construido, ya que la mayor parte de los nombres de los ángeles tiene esta terminación, como Miguel, Rafael, Gabriel, Sandalfón o Metratón.

Por ejemplo, si las letras que se apuntan son H R M, se le pueden añadir dos A y una I para componer el nombre: HARAMIEL. Si las letras que se apuntaron son DGALU, se le añade una sola vocal, como la I, para hacer el nombre DIGALUEL. Si escogen cuatro letras como A T R Z. se le puede añadir una I y la terminación ON, para formar el nombre ATRIZON, o el terminar EL para formar ATRIZEL.

Aunque este sistema solo generará nombres de estas dos terminaciones si lo seguimos estrictamente, es de esperar que creando así el nombre, nuestra creatividad despierte y nos permita crear nombres mejores. Este procedimiento es una ayuda, no un algoritmo matemático para generar nombres.

Dos bestias sueltas por LA


Lo que sigue es un estracto curioso; Muestra el combate entre presuntamente Lucifer y dos criaturas sobrenaturales. Muchas interpretaciones son posibles aquí.

Leer más...Medía unos siete metros de alzada y a ella le parecía algo así como un mastodonte. En realidad no lo era. No se parecía a nada que hubiese visto. Pero su mente necesitaba alguna respuesta que se ajustara a aquello que estaba viendo, oyendo, sintiendo. De niña había visto un esqueleto de mastodonte y una escultura a tamaño real en un museo, y esa era la imagen que en su mente encarnaba el poder bestial de una era ya pasada. La Figura que veía parecía una visión extraída de un sueño febril o una alucinación, pero, en su corazón y por los escalofríos que recorrían sus huesos, sabía que era absolutamente real. Quizás más que ella.
Así que era un mastodonte o algo similar. Pero en vez de flanquear una trompa, sus enormes colmillos surgían de un rostro humano barbado, del tamaño de una mesa de comedor. Estaba galopando y su trote y su peso hacían que la tierra trepidase. A medida que se acercaba, Tansy pudo ver más detalles. Era todo él de color gris pizarra; incluso sus globos oculares sin pupila eran grises. Parecía hecho de piedra y la luz incidía en su superficie como lo haría sobre una roca, pero se movía como si estuviera compuesto de carne y pelo. El hecho de que la piedra se moviera como si fuera pelo le pareció a Tansy mucho más terrorífico que todo lo que había visto en aquel largo día.
De allí provino el terremoto, pensó. Esa cosa se despertó en la tierra y se abrió paso violentamente. No sabía de dónde había venido ese razonamiento.
Mientras pasaba, pudo ver que una de sus patas traseras había sido segada por debajo de la rodilla, haciendo que corriese como un perro con tres patas. El muñón parecía la cara de un acantilado; todo roca, pero áspera y dentada.
¿Qué ha podido herir a esa cosa?, se preguntó. Entonces lo vio.
El segundo ser (y de nuevo para una parte de ella no fue una "cosa" sino una idea) tenía, según su impresión, una forma similar a la de un humano. Pero cuando lo contempló bien, se vio sacudida por la certeza de que eran los hombres los que habían sido moldeados a su semejanza. No era una cosa que se comparase a otras; las otras cosas se comparaban a él. Era el original. Era la fuente. Los hombres estaban moldeados a su semejanza. Una puesta de sol era gloriosa como él. Un águila o una hoguera tenían la belleza de sus alas. El estallido de un misil o un rayo eran terroríficos como la lanza que portaba. Observó a aquel ser y trató de combinar las ideas que tenía acerca de la gloria, la grandeza, la belleza de los hombres y del fuego y hacer un todo con ellas, imaginando un poder que empequeñecía el terremoto. No pudo concebir tal cosa. Lo único que pudo asimilar fue un glorioso titán de alas llameantes, que blandía un venablo.
Mientras aquel ser avanzaba, su instinto hizo que apartara la vista y se escudase los ojos, pero Charles no tuvo tal reflejo. Lo contempló embelesado, con la cara iluminada por su resplandor y marcada por una expresión de éxtasis supremo.
Entonces vio que Charles señalaba con el dedo y gritaba:
--¡Mira!
Con la vista baja, se volvió para ver a qué se refería. Miró más allá de las piernas del portador del venablo y vio algo que solo podía ser un enemigo adecuado para semejante criatura.
El tercer ser era alargado y no despegaba del suelo; era algo así como una serpiente, un insecto o una capa de aceite. Tenía rostro y su hermosura y maldad no eran de este mundo. Al mismo tiempo, era un miriápodo con una mandíbula de cuatro piezas, que se abría como una flor.
Su boca estaba medio abierta ahora, como si estuviera silbando, y entonces se dio la vuelta a sí mismo.
Esa fue la única forma en que la mente de Tansy pudo concebir lo que veía.
Como un calcetín al que se le da la vuelta, estaba golpeando al hermoso gigante con una gran pica de hueso que surgía de su garganta y debía de haber estado en la punta de su cola, desde donde la había vomitado al desenvolverse. Pero de algún modo vio, sintió, olió y supo claramente que aquel ente era inmundo a la par que puro; era perfecta serenidad y caos bullicioso al mismo tiempo, opuestos unificados. Supo que su ataque no era un golpe sino la erradicación de una posibilidad; de algún modo, aquel monstruo estaba tratando de hacer que ese titán fuera imposible.
El espectro flamígero se giró y volteó su lanza con tal velocidad que pareció un abanico de llamas en sus manos. El monstruo emitió un chillido (con toda la dificultad que conllevaba hacer eso estando del revés) y entonces la punta de su púa segada se estrelló contra el suelo, disolviéndose instantáneamente en inmundicias mucosas.
La criatura replegó su cola herida como el ojo retráctil de un caracol e intentó emprender la huida pero sus numerosas patas no le permitían retirarse con la rapidez necesaria. El gigante agitó sus alas, se elevó por los aires y aterrizó sobre la criatura con la punta de su lanza.
Con el impacto, emergieron columnas de humo y llamaradas de cuatro metros de altura que se extendieron en todas las direcciones. Tansy se echó a un lado de nuevo y vio que a pesar de su embelesamiento Charles se protegía los ojos con el brazo. Pero entonces la llamarada los alcanzó; no parecían llamas, al menos no llamas reales. Quizás solo era la idea de una llama o algo cuyo símbolo más ajustado es el fuego.
Sin embargo, los dos prorrumpieron en toses violentas y cayeron al suelo.



En conversaciones, ha habido incluso quien me ha sugerido que el mastodonte fuese Belial, La Gran Bestia. No veo lógico esto dado que lo único que nos hace pensar eso es la opinión desconocedora de la mujer que ve el duelo, mientras que nosotros sabemos que a todas luces el terremoto se causó mediante el Saber de la Tierra, no a base de que ninguna bestia enterrada se moviese. Además, esto es coincidente con las experiencias de Morael en otra novela, por lo que yo lo descarto.

Si hacemos caso literalmente a las novelas, estas imágenes (son seguidas al terremoto, en hora punta, frente a un Walgreen) ya se distribuyeron el primer día.

Tansy, Chuck y Mitch vieron algo imposible enfrente de la farmacia de Walgreen y no fueron los únicos. Con los teléfonos fuera de servicio y las torres de comunicaciones caídas, las noticias se difundían de viva voz y, por ello, lo hacían lentamente. Pero se difundían.

El primer día aparecieron en la NBC un par de segmentos de metraje del "Lucifer", movidos y borrosos, pero fueron rápidamente denunciados como bromas de mal gusto. Sin embargo, los rumores y las historias ya habían invadido las calles en los dos primeros días; fábulas apocalípticas y cuentos del Armageddon que no parecían en absoluto improbables en un mundo de violencia, caos y destrucción. Una vez que vieron las grabaciones, muchos las aceptaron como confirmación de todas las historias.



Personalmente, creo que esto es una excesiva atención al detalle de las novelas (contra las libertades que ww ya nos avisaba que las novelas se toman) ya que sería muy destacable, respecto a las imagenes televisadas que los manuales del juego si tratan, mientras que no hay constancia alguna de esto, mas que estos parrafos. Es por esto que a mi entender, bien podemos entender que se trata de Lucifer, y que causó rumorología en las calles, pero me parece descabellado entender que hubo una exposición por la TV previa a la de la plaza del ayuntamiento.

El rescate de Malakh


En este estracto, vemos como Malakh es capturado, sabido el afecto que el Lucero le profesa, con intención de usarlo como señuelo, pero finalmente, Malakh escapa de sus captores, rescatado por la efímera presencia de Lucifer.

Leer más... Se despertó algún tiempo después en la parte trasera de una furgoneta, en el cuerpo de Alejandro y con el cerebro de Alejandro retumbándole en el cráneo. Estaba tirado encima de una pancarta de protesta. Su sangre y sus vómitos habían hecho que se corrieran las letras, y ahora decía "to talidad licia". Se sentó, gruñendo mientras el mundo daba vueltas a su alrededor. En respuesta hubo movimiento fuera de la furgoneta, y las puertas se abrieron repentinamente. Unas manos bruscas lo sacaron de la furgoneta y lo pusieron en pie.
Tenía la vista desenfocada, pero sus oídos le dijeron que se encontraba en un espacio cerrado, grande, cuando captó los ecos de sus pisadas. Con lo que fuera que lo habían noqueado le había destrozado el sentido del olfato. Se tomó unos preciosos instantes para limpiarse la cabeza y los pulmones del veneno. Cuando su vista volvió a enfocarse, vio a un hombre que esperaba con una paciencia exagerada a que Alejandro recuperara la compostura. Iba vestido informalmente, con una chaqueta colgada del hombro, pero su postura era confiada y de hombre de negocios. Ni uno de sus cabellos negros como la tinta estaba fuera de sitio en su cabeza, y posiblemente tampoco se atrevería. Su perilla confería una juventud a su rostro de golfo atractivo que sus ojos no podían. El hombre no estaba solo, por supuesto; un hombre como éste nunca lo está. Había una mujer joven con un par de teléfonos móviles justo detrás de él, los dos matones que lo habían sacado de la furgoneta, y algunos otros que podía oír moverse fuera de su campo visual, posiblemente buscando líneas de tiro sin obstrucciones.
El hombre se dio cuenta tan pronto como las pupilas de Alejandro empezaron a actuar al unísono. Su sonrisa fue inmediata y acogedora, y atravesó el espacio que los separaba.
--¿Puedo llamarte Alejandro? --Pasó el brazo por los hombros de Alejandro, ignorando la sangre y el vómito que manchaban su camisa--. Te habíamos invitado antes, pero nunca te habías pasado por aquí. --Dio un paso atrás y sacó una tarjeta de visita del bolsillo de su camisa con un gesto fluido, ensayado. Jarod Battrain, decía, Cazatalentos--. Por favor, llámame Jarod --dijo el hombre tan pronto Alejandro levantó la vista de la tarjeta--. ¿Prefieres quizá que te llame Malakh?
El aliento de Malakh siseó entre sus dientes. Jarod continuó, mal interpretando diplomáticamente su expresión.
--Oh, no pongas esa cara de sorpresa. No estábamos buscando al monstruo de la semana. Te queríamos a ti. ¿Malakh el cazador? Oh, hemos oído hablar mucho de ti. Y todo bueno, te lo aseguro. --Ahora andaba a su alrededor mientras hablaba, y enfatizaba sus palabras clavándole amistosamente el dedo--. He oído, por ejemplo, que estuviste en la rebelión hasta el final. Justo en el meollo. ¿Cierto?
La mirada de respuesta de Malakh fue la más dura que pudo conseguir. Tras él oyó como los matones se envaraban, y se dio cuenta de que no sólo eran músculo; también habían estado allí.
--Incluso he oído decir --siguió Jarod-- que ese día llamaste la atención de algunos individuos muy bien situados.
Los recuerdos cayeron sobre Malakh como oleadas. El olor del jardín antes del primer amanecer. Los suspiros de las estrellas cuando el sol desbancó su luz. Y por encima de todo, ese último y terrible día, revivido con una claridad irreal.
La batalla final no podía medirse en días, ni podía valorarse la devastación que había provocado, puesto que el tiempo y el espacio también habían sido campos de batalla. La hueste celestial flotaba sobre ellos en un cielo de color plomizo. La rebelión estaba rota. Los ejércitos de Lucifer habían sufrido graves pérdidas. No podían vencer. Malakh no había desfallecido; seguía pleno, salvaje y lleno de lucha.
--¡Yo no he sido derrotado! --gritó Malakh--. ¡No me rendiré! ¡Si han de tener la victoria, que la tengan cuando arranquen mi espada de mis manos muertas!
Otros rebeldes de la Sexta Casa unieron sus salvajes gritos al de él. La hueste de ángeles sobre ellos se desplegó para enfrentarse al inminente y desesperado ataque.
En la vanguardia del ejército de la rebelión, el estandarte de Lucifer el Lucero del Alba avanzó. Cuando habló, su voz abarcó lo largo y ancho del campo de batalla, aunque no levantó el tono.
--Malakh --dijo, y Malakh no tuvo otra opción que escuchar, puesto que nadie antes había pronunciado su nombre con tanto afecto--. Yo mismo he dado mi palabra en nuestra rendición ante los Ophanim. ¿No entregarás tu espada?
Y así Malakh, ante todos los ángeles y los caídos reunidos, agachó la cabeza y dejó su espada flamígera en la tierra a sus pies, tal era su amor por el Portador de la Luz.
Los pensamientos de Malakh volvieron súbitamente al presente.
--¡Está aquí! ¡Lu...!
--Alto --La voz de Jarod había cambiado su amistosa cháchara por un tono imperioso--. No conviene atraer atenciones indeseadas hacia nosotros. Nos referiremos a nuestro gran general in absentia por sus apelativos menos formales. ¿Está claro?
Malakh asintió.
--Muy bien, ahora podemos continuar --Jarod retomó su estilo más animado--. Me apuesto a que piensas en ese momento a diario, ¿no? ¿No? Bueno, puedo ver que a lo mejor no querías, y ahora es más fácil dejar a un lado esos desagradables pensamientos. Pero como ya he sacado el tema, y me disculpo, hablemos de ello. ¿No te has preguntado, en todos estos años en el Infierno, por qué el Lucero del Alba no estaba allí?
Malakh tenía la vista fija al frente, sin molestarse en seguir los incesantes movimientos de su anfitrión. Pero no podía detener sus oídos.
--¿No? ¿De verdad? Bueno, quizá seas uno de esos tipos optimistas. --Jarod se detuvo e hizo un amplio gesto con la mano--. Quizá el príncipe de las mentiras se había ganado la libertad. Quizá fue él quien te soltó a ti.
Los labios de Malakh se curvaron y enseñó los dientes. Siguió sin contestar.
Jarod se dio una palmada en la frente.
--Veo que las palabras que he escogido te han molestado. De nuevo, lo siento, pero si el Portador de la Luz, ¿mejor?, te dejó salir del Infierno... ¿dónde está ahora? ¿Lo has visto? ¿Has recibido algún mensaje? ¿Una postal de disculpa con "siento lo del tormento eterno"?
En ese momento Malakh embistió, pero los demonios que había tras él lo agarraron de inmediato.
Jarod ni se inmutó, se inclinó hacia delante, señalando con el dedo a la nariz de Malakh.
--Está en deuda contigo. Te echó un buen rapapolvo delante de toda la Creación ¿Y que te dio a cambio? Un billete sólo de ida al Infierno, y él se escapó de rositas.
Se quedaron allí plantados un buen rato. Entonces Jarod se irguió y se encogió de hombros.
--Así es como yo lo veo. Tú puedes pensar lo que quieras. --Se metió la mano en el bolsillo de la chaqueta y sacó algo plateado--. Pero esta noche puede que tengas la oportunidad de tu vida, amigo. Paul, Rocco, aguantadlo.
Malakh forcejeó, pero no tenía ánimo para luchar. Mientras Paul y Rocco lo sostenían, Jarod le puso un grillete de plata en la muñeca derecha. Pasó la delgada cadena alrededor de una dé las vigas del almacén y luego unió el extremo de la cadenita con su parte central. Cuando pronunció palabras de poder, la cadena vibró y los delicados eslabones se soldaron. Los matones retrocedieron y Malakh miró incrédulo la endeble atadura.
Jarod estaba radiante.
--Bonito, ¿no? Es una cadena irrompible. Nos gusta porque es discreta. Además, no se puede romper. Si la miras de cerca, podrás ver una diminuta escritura en los eslabones. Se supone que dice "irrompible" en un idioma diferente en cada eslabón. No es que yo sepa leerlos todos, la verdad. --Dio unas palmadas pensativo en el pilar al que estaba atada la cadena--. Tampoco es coincidencia que te ate a esta pequeña forma humana en la que te has estado escondiendo, con todas sus debilidades y ninguna de tus fuerzas, así que tampoco creo que esta noche vayas a estar para destrozar mi patrimonio.
Malakh levantó la muñeca para mirar el grillete. Excepto por el cierre, tenía más aspecto de joya que de atadura. La voz le chirrió cuando trató de hablar.
--¿Por qué?
Jarod se encogió de hombros.
--Esto es una trampa, y tú eres el cebo. Pensaba que era bastante obvio. Nos hemos tomado la libertad de hacer correr el rumor por las calles de que quieres hablar con el Lucero del Alba. Si sacaras alguna vez la cabeza de esa porquería de vecindario en el que vives --añadió--, posiblemente lo hubieras oído.
--No es estúpido --soltó Malakh con aspereza.
--No, no lo es --admitió Jarod--. Pero no tenemos nada que perder. Quizá venga a hablar contigo. Quizá sepa que pasa algo y trate de rescatarte. --Su expresión mostraba lo poco probable que consideraba dicha opción--. O quizá venga a patearte el culo por tener narices de pedir respuestas. O a lo mejor no viene. Seguimos teniéndote a ti. Eres un atajo, Malakh, algo útil. Si no funciona... --Jarod acabó encogiéndose de hombros y luego giró sobre sus talones--. Rocco, Paul, buscad algún sitio fuera de la vista. Cissy, llama al chófer, y luego no quites ojo a ninguno de los tres. --Jarod se detuvo fuera de la puerta. Su atractivo rostro se vio afeado por la preocupación--. Ah, y, Malakh, espero que consigas alguna respuesta.
La puerta se cerró tras él.
Los guardias de Malakh se desvanecieron en la oscuridad, y la mujer se alejó hablando en voz baja por uno de sus teléfonos. Seguía sintiéndolos cerca, pero no lo bastante para distraerlo de las preguntas que hacían correr sus pensamientos como liebres espantadas. Eran las preguntas que llevaba evitando desde que se había alzado del Abismo lleno de un odio venenoso, que había hostigado a su espíritu como un enjambre de mosquitos mientras él se revolcaba por las sombrías profundidades del espíritu humano, lanzando dentelladas salvajes a los que eran demasiado fuertes para servirle. Las preguntas que sólo había dejado a un lado cuando se apoderó del cuerpo de Alejandro y se encontró con que éste tenía sus propias peguntas, escritas tan profundamente en su carne y sus huesos que Malakh nunca pudo olvidarlas. Pero las dudas no se habían ido, sólo habían quedado ocultas, sumergidas hasta que alguien como Jarod vino a hacerlas emerger, las sostuvo a la luz del sol y las examinó una a una.
Jarod, fuera lo que fuera, tenía la lengua de un diablo. Malakh lo maldijo por ello, pero también se maldijo a sí mismo. Había vivido lo bastante entre los diablos para saber que sus mentiras adquirían el poder de las verdades que otros mantenían ocultas. Quería ver a Lucifer, su lado más sencillo se alegraba sólo con pensarlo, sin preocuparse por consecuencias ni circunstancias. Vio el encuentro en su mente, repetido mil veces, cada vez un poco diferente. Éste era el poder y la maldición del cerebro humano del que se había apoderado; Malakh el cazador no era una criatura dada a la imaginación. En este encuentro imaginario, Lucifer le explicaba amablemente que todo había sido una treta para conseguir que los cielos bajaran la guardia, y que la rebelión volvería a empezar mañana. En ese otro, le arrancaba la carne de los huesos a Malakh con el brillo de una estrella. En aquel. Lucifer lo miraba sin reconocerlo y decía: "¿Malakh? El nombre no me suena".
Malakh se golpeó la cabeza contra el pilar hasta que el dolor sordo disipó las obscenas imágenes que no dejaban de dar vueltas. El dolor lo tranquilizó. En el largo silencio, sus pensamientos se asentaron y los indignos y los banales se fueron, llevándose con ellos las insinuaciones de otros. Los que quedaron brillaban con convicción, y eran verdaderamente suyos, y de Alejandro.
El hombre había soportado un gran dolor antes de que acabara finalmente destruyendo su voluntad. Había sido causado por sus semejantes humanos, y Malakh no estaba seguro de si eso empeoraba el tormento o lo hacía más fácil de soportar, saber que era una mente humana la que empuñaba el látigo y no un Dios inescrutable. Esa distinción ahora lo estaba distrayendo, y Malakh arrastró sus pensamientos hacia lo importante: durante lo peor de las torturas y el dolor, Alejandro se había negado a inculpar a sus amigos y familiares como cómplices de su "crimen" inventado, y había proporcionado a sus captores sólo los nombres de otros que sabía que ya habían muerto a sus manos. Si un humano podía soportar tanto, pensó Malakh, ¿cuánta más vergüenza habría para un ángel, aunque fuera un caído, que se sometiera? Sí, al final Alejandro había abandonado toda esperanza y se había convertido en un receptor, ¿pero no podría haber alguna forma de redención?
Con alivio, dejó tras de sí los pensamientos. La acción, incluso con todo el dolor y la sangre que estaban por llegar, era muy preferible. Comprobó tranquilamente la cadena, con movimientos lentos, con la esperanza de no atraer la atención de sus guardias. La cadena de plata tenía un aguante considerable, y sus eslabones soportaron una tensión muy superior a la que debería haberles permitido su material. Importaba muy poco si era verdaderamente irrompible o simplemente más fuerte que Malakh en su situación actual. Vocalizó las sílabas que deberían imbuir sus músculos de una fuerza imposible; nada.
Sus experimentos atrajeron la atención, como había temido. Sus guardias cambiaron de posición, avanzando justo hasta los límites de la luz para que pudiera ver sus siluetas negras recortadas contra la oscuridad. La mujer también salió a la vista, enojada mientras guardaba el teléfono. Se quedó allí, apoyada contra una caja, tamborileando molesta con el pie.
No importaba, Malakh ya sabía suficiente. La cadena, la viga, eran irrompibles. Él no. Se agachó, se recostó contra el pilar, cruzó las manos detrás de la cabeza y esperó, inmóvil. La brillante cadena colgaba sobre su hombro y su pecho, y los eslabones tintineaban al ritmo con que éste subía y bajaba.
El amanecer llegó rápido, pero el día se hizo interminable. Malakh daba cabezadas o descansaba en silencio, recuperando fuerzas. Sus guardias eran tan estoicos como él. La mujer, Cissy, estuvo parloteando por uno o ambos de sus teléfonos la mayor parte del día, su voz difuminándose en un zumbido como el de un insecto. Sólo dejó de hablar el tiempo justo para comer comida encargada. No la compartió con nadie, y la nube de grasa flotó en el aire durante horas.
Por fin llegó la oscuridad, llena de sirenas, gritos y disparos. Malakh seguía esperando. Cissy, gracias a Dios ahora callada y sentada en su caja, luchaba contra el sueño mientras se le caían los párpados. Las enormes siluetas negras de sus guardias se movían y se paraban a intervalos. Dudaba que estuvieran dormidos, pero incluso si interferían, posiblemente le ayudarían de forma involuntaria.
En el mismo instante en que se cerraron los ojos de la mujer, Malakh se lanzó. Mientras se apartaba del pilar con toda su fuerza y su rapidez, metió su muñeca derecha por el lazo de la cadena soldada. Los eslabones de plata, retorcidos y atrapados, resbalaron hasta su bíceps antes de que todo su peso cayera sobre la cadena. La sangre manó de su brazo por una decena de sitios donde la implacable cadena se clavó profundamente en su carne. La mujer se despertó, sobresaltada, pero no había comprensión alguna tras sus ojos abiertos de par en par.
Malakh presionó sólo un momento al final de su movimiento, y luego cogió impulso para volver a lanzarse. Esta vez, cuando llegó al límite de la cadena, otro peso cayó sobre él desde detrás, cuando el guardia que estaba más alerta de los dos trató de tirarlo al suelo. El impulso fue más que suficiente. Su brazo derecho, casi amputado, fue arrancado de su cuerpo cuando la delgada cadena cortó el resto del músculo y el hueso. Dos cuerpos dieron contra el suelo, y la sangre salpicó hasta unos metros de los combatientes. Malakh lanzó la cabeza hacia atrás, aplastando la nariz del guardia con su cráneo y haciéndole aflojar su presa. Los dos se separaron rodando.
El dolor cayó sobre él como una ola, haciéndolo emitir un grito ronco sin palabras. Era el dolor más dulce que Malakh había sentido; quería decir que era libre. Obligó a su garganta y a su boca a que dieran forma de nombre a su aullido:
--¡Lucifer!
El nombre estalló con una energía que brotó en todas direcciones. Ya era suficiente, había cumplido con su deber. Ahora tenía que seguir vivo.
El segundo guardia estaba a medio camino en el almacén, en mitad de un salto y en mitad de una transformación. Su piel se estaba ennegreciendo, sus dedos alargándose en garras del tamaño de cuchillos de carnicero. Unas alas con ralas plumas negras surgían de sus omoplatos. El matón que estaba junto a él se ponía de pie a duras penas. La mujer no se había movido. Sus ojos se desencajaron aún más por el terror. Aguantó la respiración.
En esa situación, las únicas opciones correctas eran "luchar" o "huir". Elegir la opción "telefonear rápidamente a mi jefe" era una forma segura de que te mataran. Levantándose con un ágil movimiento, Malakh invocó los pactos de fe que había hecho, tomando más de ellos de lo que nunca había tomado. En el barrio, Cesar Delgado se llevó la mano al pecho; en otros edificios, algunos durmientes se despertaron chillando. Alzándose del suelo en un borrón de carne y piel que mutaba, Malakh arrancó a la mujer de la caja con el brazo que le quedaba mientras ésta se aferraba a su teléfono, clavándole el astillado borde de la caja en la columna vertebral y sacándole el aire de los pulmones.
Malakh dejó caer su cadáver y se giró para enfrentarse a sus dos oponentes, desplegando las alas para equilibrarse en su incómoda postura con sólo tres puntos de apoyo. Ambos vestían ahora sus formas demoníacas. Uno se afilaba las garras en el hormigón manchado de sangre con evidente deleite. Malakh enseñó los dientes complacido. Había pensado que esos dos preferirían una pelea a mantener vigilado a un enemigo atado. Detuvo la hemorragia con una corta ráfaga de energía. Hace años le hubiera resultado de una simplicidad trivial hacerse crecer un nuevo miembro, pero ahora no estaba seguro de poder hacerlo, ni de si tenía fuerzas para permitírselo. Lucharía contra ellos con un solo brazo.
Los dos se movieron al unísono, intercambiando alguna señal de ataque imperceptible. Malakh se echó hacia la izquierda en el último momento, rompiendo la embestida de uno de sus enemigos con un aturdidor golpe de sus alas. El otro atacante se dio la vuelta y se irguió para lanzarle un zarpazo al costado. Cayó sobre el ala de Malakh y volvió con plumas y sangre. Malakh giró entre ellos y se alejó mientras el primer enemigo recuperaba el sentido, pero ahora su ala colgaba torcida.
Jadeando, se miraron unos a otros a través del espacio abierto. Al instante siguiente, todos fueron derribados al suelo por una onda expansiva. Era luz, endurecida y cristalina como una oleada de diamante. Era el aplastante e invisible sonido de una trompeta llamando a los campeones a la batalla. Llenó a Malakh con una alegría feroz, y con la confianza de un niño que cogería una serpiente si su padre le dijera que no le iba a hacer daño. Lucifer había venido.
Los demonios que había frente a él se apretujaron aterrorizados contra el suelo; habían estado cazando al Portador de la Luz, pero no habían recordado verdaderamente lo que eso significaba hasta ahora. Los ojos les daban vueltas en la cabeza, y sus bocas mordían y echaban espumarajos como perros que hubieran comido carne envenenada.
Malakh volvió de un salto a la refriega, con el ánimo renovado. Mientras sus enemigos estaban acobardados, saltó con un rugido, volviendo a tirar a uno contra el suelo. Sus garras negras se clavaron en un vientre blando y sajaron hacia abajo, desparramando intestinos y excrementos por el suelo. El otro guardia fue sacado de su estupor por los alaridos de muerte de su compañero. Lanzó un zarpazo al desprotegido costado derecho de su rival y luego se elevó en el aire mientras los dientes de Malakh rozaban su hombro.
El demonio aterrizó pesadamente en una pasarela que había arriba. Malakh se detuvo, probando las gotas de sangre que había en su hocico.
--Te conozco --dijo ásperamente--. Thumiel.
Thumiel asintió, la pasarela se balanceó bajo su peso.
--En otro momento, Malakh --susurró. Levantó el vuelo lentamente y salió del almacén por el techo, atravesando una claraboya de aluminio.
Malakh se acercó a la cadena que seguía aguantando un brazo humano. Pisoteó la mano repetidamente hasta que pudo sacar el grillete por los restos. Iba a dejar allí lo menos de sí mismo que pudiera, para que no lo estudiasen o royeran. La notable cadena estaba manchada de sangre, y de muchos de sus eslabones colgaban jirones de carne, pero seguía entera e intacta. Malakh sólo pudo imaginarse a Jarod limpiando la sangre coagulada de cada pequeña letrita cuidadosamente con un cepillo de dientes. La cadena tendría que quedarse allí. De todas formas, a Malakh no le servía para mucho.
Sea lo que fuera que Lucifer había hecho, había llamado la atención. Las calles en el exterior del almacén estaban vacías. Cualquier trampa que hubieran dispuesto para el Lucero del Alba había desaparecido, los preparativos habían sido inútiles. Malakh salió del almacén con la forma humana de Alejandro, sin que nadie se lo impidiera.
A medio camino de casa, se detuvo. Pronto saldría el sol. Malakh podía oler el rocío.
--Lucifer --susurró. El mismo nombre era una oración. No hubo respuesta, pero el silencio no significaba muerte, significaba paciencia.
Continuó, y el sol salió sobre un mundo y un hombre irrevocablemente cambiados.
Incluso en las calles llenas de disturbios y sin ley de la ciudad, nadie se metió con el hombre que caminaba lúgubremente hacia su casa, llevando su propio brazo.

sábado, 20 de marzo de 2010

Demons & Wizards - Touched by the Crimson King

Los últimos días


He hablado ya en otras entradas sobre el ambiente apocalíptico de los tiempos previos al fín, de como el mundo fue sorprendido por un ángel, y de como esta aparición llega a causar cambios en las creencias religiosas.

Mientras el MdT se va inundando de esta histeria apocalíptica, sucesos extraños comenzaban a llegar a quien estuviese atento a ellos.

En esta entrada quiero citar los mas notorios de estos sucesos, aquellos que alcanzaron relevancia mundial, propagando la imagen de que el mundo estaba realmente cayendo en picado, como los profetas del apocalipsis predicaban.

Leer más...
Concejal de Detroit abatido por la policía [Viernes|15 de Agosto de 2003]

DETROIT, MICHIGAN — El concejal de la ciudad, Leonard Dates, fue disparado y abatido hoy, después de un punto muerto en las negociaciones con la policía y la estación de radio WKNN. Dates había tomado rehenes y secuestrado la emisora de la estación, solicitando que se le permitiera leer el bíblico Libro de las Revelaciones en antena. Dates insistía en que el Día del Juicio había llegado y que las almas de la gente serían reclamadas por los "monstruos" del Diablo.

Inmigrantes asesinados por un Culto Satánico en Alemania [Miércoles|27 de Agosto de 2003]

BONN, ALEMANIA — La policía local, que actuaba contra un disturbio en el distrito comercial de la ciudad, descubrió esta mañana los cuerpos de 23 trabajadores inmigrantes asesinados en lo que el portavoz de la policía describió como un “violento ritual satánico”. Todas las víctimas fueron dispuestas de acuerdo a complejos patrones dibujados en tiza sobre el suelo de un almacén abandonado y, según los informes forenses, todas fueron asesinadas dentro del mismo intervalo de tiempo. Fuentes internas de la policía han revelado que el techo de la estructura parecía haberse calcinado directamente sobre el lugar de celebración del ritual, dejando un boquete irregular de aproximadamente tres metros de lado a lado, pero se han negado a especular sobre la causa. Los autores del crimen continúan en libertad.

El Papa ofrece un discurso sobre el Día del Juicio Final [Jueves|28 de Agosto de 2003]

CIUDAD DEL VATICANO — Su Santidad Juan Pablo II emitió hoy una proclama papal condenando la creciente tendencia a la violencia, el militarismo, el ateísmo y la "idolatría pagana" en todo el mundo. Aunque tales declaraciones del Pontífice no carecen de precedente, su lenguaje especialmente áspero ha preocupado a diversos observadores. Fuentes del Vaticano comentaron a los periodistas que: "En el pasado, Su Santidad ha sido un firme, pero benevolente, consejero. Esta vez él habla sobre el Día del Juicio".

Grupo terrorista asesina a 500 personas en Japón [Viernes|29 de Agosto de 2003]

OSAKA, JAPÓN — Un grupo terrorista, anteriormente desconocido, que se autodenomina "Quinta Edad" lanzó un agente nervioso en un céntrico edificio de oficinas asesinando a más de 500 trabajadores del lugar. El líder de los terroristas, un hombre conocido sólo como Mikaboshi, consiguió escapar del cerco policial.

Egipcios afirman haber visto un pasaje bíblico "flotando en el aire" [Lunes|08 de Septiembre de 2003]

EL CAIRO, EGIPTO — Testigos múltiples comentaron haber visto un texto etéreo flotar a través del Khan al-Khalili en El Cairo la noche pasada. El texto, según algunos escrito en árabe, según otros en Hebreo, y según otros testigos en Arameo y Griego, parecía ser un pasaje del Libro del Éxodo: "Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tales que cualquiera las palpe."

Auto-inmolación de un Cardenal conmociona al Vaticano [Jueves|11 de Septiembre de 2003]

CIUDAD DEL VATICANO — Rodeado por una multitud de horrorizados turistas y novicios papales, esta mañana, el Cardenal Giancarlo Salvatore se inmoló a sí mismo en el centro de la Plaza de San Pedro después de un apasionado discurso proclamando que el fin del mundo estaba próximo. Declarando que "las puertas del infierno se están rompiendo" y que "la Santa Iglesia ha caído en las tentaciones de los demonios". Salvatore dio un documento a un turista británico que declaró que revelaría "la verdad que (sus) compañeros Cardenales han estado ocultando al mundo". La Iglesia no ha hecho ningún comentario público con respecto a la muerte del Cardenal, aunque las puertas de la ciudad permanencen cerradas a los turistas hasta nuevo aviso. El paradero del turista británico que supuestamente recibió el testamento del Cardenal Salvatore es desconocido.

Heridas fatales dejan al descubierto texto antiguo [Miércoles|24 de Septiembre de 2003]

BALTIMORE, MARYLAND — El Obispo nigeriano Jude Bankole Kuti de visita en la ciudad se desmayó hoy en mitad de un discurso a los fieles locales. Kuti murió minutos después de que los servicios de urgencia descubrieran múltiples laceraciones en su piel, formando frases en arameo, griego y hebreo. Seis miembros de la audiencia sufrieron, según se informa, heridas similares pero no mortales. Cuatro huyeron del lugar. Los lingüistas llamados por los forenses de la ciudad tradujeron las frases en fragmentos de escrituras gnósticas fechadas de el siglo I al V d.C. En la herida más común puede leerse: "Lo que me ata ha muerto / y lo que me hacía andar en círculos ha sido superado / y se ha terminado mi deseo / y la ignorancia ha muerto".

Luces en Nuevo México revelan “Ángeles” [Martes|30 de Septiembre de 2003]

LOS LUNAS, NUEVO MEXICO — Los residentes de Los Lunas atestiguan haber visto una feroz luz brillando en los cielos sobre su ciudad poco después de la medianoche de ayer por la noche. Humberto Reyes, un residente local, afirma haber visto tres figuras angelicales luchando contra "un monstruo alado" entre las nubes, usando "espadas y lanzas de luz pura". Reyes relata que la batalla prosiguió ferozmente directamente sobre su pequeña granja, durando desde la medianoche hasta cerca de las 3:00 AM, finalmente uno de los ángeles "partió en dos al monstruo y le sacó su corazón" con un trueno resonante que sacudió las casas locales hasta sus cimientos. Las autoridades y los servicios de emergencia de tan lejos como Albuquerque confirmaron que la explosión sónica rompió ventanas y tiró artículos de sus estantes a las tres en punto esta mañana, pero creen que la onda de choque fue generada por un avión supersónico volando a baja altura. Se explican menos fácilmente las cataratas que han robado la vista a Reyes y la pérdida repentina del cabello que los funcionarios locales de la salud dicen se asemeja mucho a la contaminación severa producida por la radiación.

Violencia en el Templo del Monte causa 31 víctimas [Viernes|03 de Octubre de 2003]

JERUSALÉN, ISRAEL — Uno de los lugares más santos del mundo se ha convertido hoy en un lugar de violencia religiosa y política cuando los judíos y los musulmanes chocaron en el exterior de la Cúpula de la Roca en Jerusalén. La mezquita musulmana está construida sobre el antiguo Templo Hebreo, y sobrepasa el supuesto Muro de las Lamentaciones, los últimos restos del Templo y lugar mas santo para el Judaísmo. Los alborotos explotaron hoy después de que los aeropuertos locales estuvieran repentinamente (y hasta el momento, inexplicablemente) inundados con un mensaje grabado que decía en hebreo y árabe que "El Templo será reconstruido". Las autoridades dicen que los musulmanes del Monte intentaron expulsar a los judíos del área alrededor del Muro, mientras los judíos trataban de entrar a la Cúpula de la Roca, asimismo. Treinta y una personas murieron antes de que las autoridades llegaran para calmar el alboroto.

Alborotos y explosión en una espontánea marcha de peregrinaje india [Lunes|13 de Octubre de 2003]

CALCUTA, INDIA — Las autoridades indias fueron completamente desbordadas hoy cuando una multitud de gente se congregó a lo largo de las orillas del sagrado río Ganges, afirmando estar allí para atestiguar "la ascensión de los avatares demoniacos". El encuentro se tornó violento cuando, después de que los asistentes hubieran vadeado hacía fuera del río, una explosión de origen desconocido hiciera temblar el lugar. La muchedumbre se desenfrenó, con el resultado de más de 100 muertos y cerca de cinco veces ese número de heridos. Los testigos afirman haber visto figuras ardientes que caminaban sobre la superficie del río, y cuatro avatares armados (descritos como manifestaciones de dioses hindúes) atacando a la gente y bebiendo su sangre. Las autoridades indias han declarado el estado de emergencia y han impuesto la ley marcial en un esfuerzo para restablecer el orden.

Apagón en el DC desaparece después de que el Alcalde se retracte sobre el "Culto Degenerado" [Miércoles|15 de Octubre de 2003]

WASHINGTON, DC — La capital de la nación volvió a clamar -a la luz del día- esta mañana, poco después de que el alcalde se retractara sobre sus comentarios anteriores acerca de que una religión alternativa, que se autodenomina Iglesia de Abaddon Ascendente, era un "culto degenerado", y poco después prometió proteger a la organización de "persecuciones" por las agencias de las fuerzas de la ley. La crisis empezó dos días antes cuando un policía hizo una incursión en la Iglesia de Abaddon Ascendente, templo recientemente construido, dejando 12 adeptos y cuatro oficiales de policía muertos. Esa misma tarde, un individuo anónimo llamó por teléfono, según los informes a la oficina del alcald,e pidiendo que él y sus oficiales "se humillaran ante el Rey de Ébano el cual espera". Inmediatamente después de aquello, la ciudad se hundió en una oscuridad inexplicable, produciéndose sangrientos alborotos que continuaron a pesar de la declaración de la ley marcial y el esfuerzo de las tropas de la Guardia Nacional, tanques y helicópteros.

450 personas mueren en una "Lluvia de Fuego" en Jerusalén [Jueves|23 de Octubre de 2003]

JERUSALÉN, ISRAEL — Residentes locales y líderes religiosos fueron horrorizados la noche pasada por una ducha de roca sulfurosa que dejó rastros ardientes a través del cielo nublado y causó daños incalculables entre las reliquias más santas de Jerusalén. La lluvia de fuego y de azufre comenzó a medianoche y duró hasta momentos antes del amanecer, causando fuegos y engendrando nubes de humos nocivos que dejaron cerca de 450 muertos y miles de heridos.

Violencia y Locura atenazan al Campus de la UEO [Martes|28 de Octubre de 2003]

COLUMBUS, OHIO — El campus de la Universidad del Estado de Ohio se convirtió, ayer por la tarde, en una batalla campal cuando dos grupos de asaltantes se enredaron en lo que parecía ser un tiroteo corriente, que duró más de ocho horas completas. Los testigos también informan de una variedad de avistamientos durante el caos, incluyendo la aparición de seres imaginarios tales como dragones y elfos. No se encontró ninguna señal de tales bestias después de que la batalla terminara, pero las autoridades, según se informa, no tienen idea de los motivos o identidades de los combatientes. Aquellos arrestados en la escena están sufriendo de amnesia aguda y niegan aparentemente cualquier recuerdo de un tiroteo, mucho menos, cualesquiera monstruos de cuentos de hadas. Dieciséis personas murieron durante el intervalo de violencia.

Lunes, 3 de Noviembre del 2003. Inexplicable eclipse solar asombra a los astrónomos.

EL CAIRO, EGIPTO-Las autoridades internacionales están hoy asombradas por lo que solo pueden llamar un “fenómeno inexplicable” refiriéndose a un eclipse total visto en el Oriente Medio. No se esperaba ningún eclipse, hasta que la órbita de la luna no la llevara directamente frente al sol dentro de dos meses, cuando un eclipse estaba previsto de ocurrir a través de partes de Norte América. No obstante, el acontecimiento apareció exactamente como un eclipse solar y obscureció la cara del sol como visible en El Cairo, Alejandría y partes de Palestina, Siria y de Arabia Saudí. El “eclipse” duro solo unos 20 minutos, y fue filmado por numerosos vídeo aficionados de la región, así como por miembros de la Corporación Ashuki. Aunque las explicaciones se han ofrecido, al extenderse basura espacial en órbita por el paso cercano de un asteroide “errante”, los expertos han rechazado estas teorías como “altamente inverosímiles”.

Martes, 4 de Noviembre del 2003.

ATLANTA, GEORGIA-Los ciudadanos de Atlanta se despertaron esta mañana para encontrar carteles a través de su ciudad que llevaban el mensaje. "El fin del mundo esta cerca." Todos estos carteles fueron puestos por un hombre que se identifica simplemente con el nombre "Violín", pero las fuentes dicen que los cheques que pagaban su alquiler fueron firmados por un tal William Hannon.

Miércoles, 17 de Diciembre del 2003. Discurso Real llama a la vigilancia.

LONDRES, INGLATERRA-En un pronunciamiento realizado desde la Torre de Londres para tratar los miedos como resultado de una serie de supuestas recientes “obsesiones”, el Príncipe de Gales la noche pasada llamó a la población a tomar las calles para defender su nación. "Britania nos protegerá siempre", él dijo, "pero ella tiene hambre". Como consecuencia de ello, docenas de cuadrillas de vigilantes construyeron hombres de mimbre por todo alrededor de la ciudad. Centenares de saqueadores y vándalos fueron capturados y aprisionados dentro de las efigies y quemados hasta morir. Fuentes desde dentro del Palacio de Buckingham dicen que el extraño pronunciamiento fue escrito en consulta con una sociedad previamente desconocida llamada los Heraldos de Avalon, quienes algunos claman que están vinculados a los Caballeros Templarios.

Jueves 18 Diciembre, 2003 Ciudad de México presa del caos y las desapariciones en masa.

PUEBLA, MÉXICO-"Los cementerios han dejado sueltos a sus muertos" es el grito repetido una y otra vez durante los últimos 3 días, por una voz histérica hablando en la Radio Joya de Ciudad de México, estación XEJP. El servicio telefónico no funciona, y los sobrevuelos por parte de la Armada Mexicana informan que parte de la ciudad está en llamas, pero las calles aparecen desiertas.

Martes, 23 de Diciembre del 2003. Egipto conmocionado por misterioso brote de SMSI.

El CAIRO, EGIPTO-Un misterioso y masivo brote del Síndrome de Muerte Súbita Infantil, o SMSI, produciéndose miedo y pánico por una epidemia o algo peor en Egipto y a través de Oriente Medio. Durante la semana pasada, sobre 600 recién nacidos entre las edades de seis semanas y menos de 24 horas han muerto por causas inexplicables en hospitales de todo Egipto. Expertos médicos y psicólogos dicen que mientras que las muertes repentinas e inexplicables ocurren con algunos infantes, la extensión de este brote es completamente sin precedentes y puede representar una infección desconocida de alguna clase. “El SMSI no es una enfermedad contagiosa”, dijo el Dr. Mariq Hanoush de El Cairo. “Esta epidemia claramente implica algo mas allá de una simple ocasión al azar. Francamente, estamos perdidos”. Las autoridades egipcias han declarado el estado de emergencia y han solicitado la asistencia de la Organización Mundial de la Salud. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses también han ofrecido voluntariamente expertos y recursos para ayudar en aislar y contener la causa de las fatalidades.

Miércoles, 24 de Diciembre del 2003. "Vampiros" Atacan a Multitud Parisina.

PARIS, FRANCIA-Miembro de una auto-proclamada banda vampírica conocida como el Sabbat demostró anoche los poderes sobrenaturales bajo su mando. Ante una multitud reunida por un acto político, los vampiros del Sabbat proclamaron su superioridad sobre el "ganado", y el caos se inicio cuando los vampiros intentaron alimentarse de sangre humana. Los presentes reportan la aparición de "tentáculos de oscuridad", además de que se movían a una velocidad sobrehumana y hacían exhibición de una fuerza sobrehumana, arrancando una tubería de agua de sus cimientos y volteando un coche policial. Si este acto fue un elaborado fraude fue algo sin precedentes.

Jueves, 8 de Enero del 2004. Isla de Hawai Destruida por los Volcanes.

HONOLULU, HAWAII-La isla de Hawai fue destruida el día de hoy en una explosión masiva, cuando los volcanes Mauna Loa y Mauna Kea entraron en erupción con más fuerza incluso que la del Volcán Krakatoa en 1883. Estas erupciones han sido la última de una serie de extrañas actividades volcánicas, cuando volcanes activos, dormidos y hasta volcanes presuntamente extintos han hecho erupción en todo el mundo con gran fuerza.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Imágenes XXI





martes, 16 de marzo de 2010

Imágenes XX



Original a boligrafo de Gex, publicado originalmente en el foro del RdV

Vision Divine - New Eden

domingo, 14 de marzo de 2010

The Gamers


The Gamers es una sana sátira sobre los tópicos del mundillo. Aunque ya vieja, creo que no debería faltar su reseña para quien no conozca, o no haya visto su segunda parte.

Centradas en Dungeons, están en inglés con subs en castellano (latino, si no recuerdo mal) La primera explora los tópicos del juego durante una partida tipo, (el pj con jugador ausente, el jugador que proyecta en su segundo personaje como si siguiese siendo el mismo, el ladrón que mientras pase la tirada entiende que todo es robable...) mientras que la segunda hace lo mismo con mayor duración, presupuesto, y versando acerca de un master, el libro que no es capaz de escribir, y como por tercera vez intenta acabar su campaña, reuniendo un grupo de jugadores al que se unirá una neófita en esto de los jdr... (Esta segunda parte explora mas vida fuera de la mesa, sin dejar de ser esta lo principal).

The Gamers

The Gamers 2: Dorkness Rising

En 2013 acaba de salir la tercera, la mas floja de las tres. Introduce el componente cartas, la GenCon... se ve todavía con mas presupuesto, pero no tiene "historia de personajes de rol" sustituyéndolo por una historia de cartas. Centrada en Cass, ni una sonrisa me ha arrancado, aunque casi lo consiguen los soldados de asalto. Si no vuelven al estilo de las dos primeras, mejor que paren aquí.

The Gamers 3: Hands of fate


Lujuria - Sin parar de pecar

sábado, 13 de marzo de 2010

La estatua de Moroni


Según el dogma de la secta mormona, un grupo de inmigrantes de Israel habrían llegado hasta América 600 años antes de Cristo (dando origen en parte a los pobladores amerindios) Profetas descendientes de estos, escribieron (en un supuesto dialecto egipcio) diversos textos, sobre planchas de oro.

Sobre el año 344 un profeta llamado Mormón habría compendiado estos textos, creando un libro, uniendo las planchas en un solo tomo, formando un libro. Este compendio, se encontraba escrito en ese supuesto dialecto egipcio. Moroni, hijo de Mormón, escondió posteriormente el compendio de su padre en una colina, actualmente conocida como cerro Cumorah, (Estado de Nueva York) y ya la historia salta hasta el fundador de la secta.

Leer más... Joseph Smith, siempre según su discurso, estaba orando a la edad de 14 años en el bosque, cuando Padre, e Hijo, (Dios y Jesucristo) se le aparecieron, y le informaron que la verdadera iglesia de Cristo estaba olvidada, perdida en sus orígenes al haberse corrompido por otras culturas, y que él debía ser instrumento de su reinstauración. Ya en 1823, con 17 años, Moroni, trascendido como Ángel, se le presentó y le mostró el compendio de Mormón, diciéndole que no estaba preparado para ellas, y que debía de prepararse. En 1827, Moroni le indicó donde encontrar el compendio (cerro Cumorah), y se las entregó finalmente para su traducción.

El engaño de Joseph Smith consistió en publicar esta presunta traducción, logrando crear una secta que pervive hasta nuestro días, sustentándose en esta historia ficticia que se presenta con la propia "traducción".

Los mormones tienen un importante templo en LA, en el 10777 de Santa Monica Boulevard, en Westwood, que abre de martes a sábado (El templo como tal esta cerrado a los visitantes). En Octubre de 1954, se colocó una estatua del ángel Moroni de 15.5 pies (4.70 metros) en la cima del templo. Durante una visita al templo, el Presidente David O. Mckay notó que la estatua apuntaba hacia el sudeste. Informó al arquitecto que el ángel debía apuntar hacia el este, y se giró la estatua.

A pesar de existir un consenso absoluto para considerar fraude a los mormones (al menos por al gente que les conoce mas que de pasada) recientemente su imagen está volviendo a ser reevaluada por muchos, pues tras la noche del diablo, circuló la noticia en los periodicos mas sensacionalistas, que cuando el brillo del angel tocó la estatua, esta abadonó su lugar, y caminó por el templo hasta la madrugada. Según algunas versiones, los ancianos la hicieron frente, pero ella les respondió en una lengua extraña. Inclusive, hay versiones que dicen que estas frases están grabadas, pero los mormones no hablan sobre esto.

El hecho es que a la mañana siguiente, la estatua no se encontraba en su lugar, ya que fué recolocada posteriormente, e incluso volvió a desaparecer la noche del Domingo 17 de Agosto, en medio de una tormenta, ya que fué hechada en falta al día siguiente. Los ancianos del templo quedaron asombrados y visiblemente trastornados, pero nuevamente no hablan del asunto.

La aparición del ángel ha hecho que buena parte del mundo se cuestione las apariciones celestiales, y el debate sobre la estuta, Moroni, y la veracidad de la historia de Mormón y Joseph Smith, es más actualidad que nunca.


No hagais nada

"La única cosa necesaria para el ascenso del mal, es que los hombres buenos no hagan nada"

Edmund Burke (1729 - 1797)

Iron Maiden - The Number of the Beast

La Polla Records - Salve

jueves, 11 de marzo de 2010

Iron Maiden - The evil that men do

lunes, 8 de marzo de 2010

Reincidentes


LLamo "aprovechados de la moral", a los jugadores que, las virtudes, las ven como meros trámites.

Imaginemos un voraz de alto tormento, (por usar mi jerga, un entregado) que va matando con alevosía, y, debido a su (todavia) suficientemente bajo tormento, se ve obligado a chequear. Tira, y suele pasar, pero sigue actuando igual.

Leer más... El error está en que si actúa, tira virtud, pasa, y repite, vale, una vez, algo puntual. Pero si alguien hace el mal, tira, pasa, y no baja, pero lo sigue haciendo, y repite y repite, y repite, por mucho que esté pasando las tiradas de virtud, lo que está pasando es que estamos obviando la intepretación de la conciencia.

Lo mas sensato del mundo es que si eres un sádico, tu tormento subirá hasta el punto en que tu sadismo cotidiano ya no te haga tirar, y entonces podrás actuar así sin problemas. Si te mantienes en un tormento bajo, a base de tirar y pasar, es que no estas roleando la conciencia, no es lógico pasar, y seguir igual, repetir, volver a pasar, y seguir igual... repetir, volver a pasar, y seguir igual... la conciencia te volvería loco

Sería el caso de un enfermo mental que está obligado a hacer cosas, las cuales luego le destrozan moralmente, un drama humano, supongo que esta gente son los que acaban suicidándose, o algo asi, o les nace personalidad doble o algo.

Un pj que hace algo, tira, pasa, y repite, una igual no, dos, vamos, que se ve que repite, ¿no deberia ser privado de su derecho a tirar virtud directamente? Claramente se está aferrando a los dados de forma contraria a la interpretación, ese personaje no se corresponde con ese tormento, y por ello, debemos evitar que una tirada fortuita impida que tenga el tormento que más se le asemeja.

No es un castigo, es un ajuste, como los jugadores que libremente entienden que no tiene sentido que tiren virtud, p.ej por matar a alguien, cuando han declarado que su personaje va disfrutar con ello y paladearlo, sería absurdo tirar si ya están diciendo ellos el resultado, es lo mismo, adecuar el tormento del personaje a la realidad interpretada.

domingo, 7 de marzo de 2010

El ataque a Vejovis


Vejovis. Un arcángel de La Hueste.

Para quienes recuerdan la Edad de la Ira, el ataque contra Vejovis fué un famoso magnicidio. No sin lucha, el objetivo se logró, y Vejovis fué asesinado.
Según algunos, el crater de Arizona se causó cuando el cuerpo de Vejovis cayó al suelo. Según los Fausticos, y especialmente su lider, el Namaru Belphigor, (antiguo mandatario de la Legión Carmesí) esto es cierto. De hecho, Belphigor porta una terrible espada, que asegura está forjada con el cerebro de Vejovis.

Leer más... Belphigor habita el cuerpo de Paris Murdoe, un atlético paracaidista de la Guardia Costera que pasa en Arizona el tiempo que su trabajo le permite (Arizona no tiene mar) Es arrogante, un brillante estratega, y un gran negociador y adulador.

Las novelas nos dan una narración sobre el ataque a Vejovis


Mientras Sabriel dormía, comenzó a soñar.
Por el día, abrumada por las minucias mortales de la mente y los recuerdos de Christina Vadrudakis, las remembranzas de Sabriel de épocas antiguas estaban nubladas, desdibujadas, como en un sueño. Pero de noche, cuando el cerebro de Christina se sosegaba, el Elohim que albergaba dentro podía rememorar el pasado. Sólo recordaba fragmentos, pero el mundo había sido mucho mayor entonces, tan profundo y complejo que incluso los retazos nocturnos que acudían a ella parecían más vividos y reales que el mundo de centavos, comida rápida y clips en el que se movía cuando despertaba. Ese lugar mezquino era el mundo de Christina. En sueños, Sabriel recordaba el suyo.
Soñó que se encontraba de nuevo en las fértiles llanuras conocidas como el Mar de Grano, en presencia de la archiduquesa Azacachia. Pero Sabriel no estaba sola, ya que quinientos rebeldes se habían reunido para este ataque. Todos ellos eran voluntarios, a pesar de que muchos sabían que no iban a regresar.
--Compañeros de armas -dijo Azacachia-, hoy nos enfrentamos a una misión de gran peligro, pero también de gran gloria. Nuestras batallas hasta la fecha apenas han sido sino escaramuzas inconclusas, banales, poco más que arañazos superficiales. ¿Por qué? ¿Por qué somos incapaces de asestar un golpe decisivo contra las fuerzas de la ignorancia y la represión? Porque nos mostramos reacios a buscar ayuda en la humanidad, aunque pueden probar que tienen tal poder que incluso un serafín lo temería. Ahora nos preparamos para embarcarnos en esta gran empresa. ¡Ahora veremos cuan grande puede ser el poder del Hombre, cuando arrojemos la fuerza de sus hijos contra los siervos de Dios!
Los soldados rompieron en vítores, levantando las espadas y guadañas, batiendo palmas y alas. Con sus garras y plumas refulgiendo con negros destellos de mica. Azacachia pidió silencio con un gesto.
--Nos hemos preparado para esto. Hemos planeado las tareas. Sé que puedo contar con que todos y cada uno de vosotros os comportaréis con honor. Incluso si perdemos, una derrota valiente será más gloriosa que cualquier obediencia ciega a una autoridad tiránica. Pero con coraje y fuerza y la fe de nuestros seguidores... ¡No perderemos!
Al frente de la unidad de Sabriel estaba Hasmed el Defensor, ataviado con alas de humo, con la maza y el venablo aprestados para el inminente conflicto. Con el rango de comandante, Hasmed era su oficial directo en esta misión, aunque ella solía servir bajo las órdenes de otro, un Señor de la Casa de las Olas. La unidad que comandaba Hasmed era de combate: voladores veloces y guerreros vigorosos empleados en asaltos relámpago. Sabriel no era una luchadora. Su cometido era completamente diferente.
La misión consistía sólo en intentar aniquilar al propio Vejovis, un serafín del Ejército Celestial. Uno de los ángeles más poderosos, Vejovis había contado en sus ejércitos con la lealtad de Hasmed, junto con la de miríadas de ángeles del firmamento. Pero ahora, sus antiguos subordinados se alzaban en armas contra él y guerreaban contra el Ejercito Celestial, el Coro y El que está por Encima de todos.
Sabriel sólo esperaba que la nueva arma que tenían fuese tan efectiva como creía Azacachia.
--¿Eres tú uno de los guías de plegarias? -Al girarse para descubrir quién hablaba, Sabriel vio una figura de luz radiante, que centelleaba con la gloria que sólo pertenecía a la Casa del Amanecer (y a aquellos expulsados de allí).
--Sí -dijo-, mi nombre es Sabriel.
--Yo soy Gaviel. ¿Es esta tu primera acción en una batalla?
--Realmente yo no voy a luchar.
--Con Vejovis, nunca se sabe. Quizás no luches, pero él ve a lo lejos y golpea con fuerza. Mantén tus sentidos alerta.
--Mi peligro no es nada comparado con el que arrostráis los que voláis al ataque.
Gaviel se encogió de hombros.
--Sólo espero que puedas debilitarlo lo suficiente.
--Si puede hacerse, lo haré.
--Excelente. -Se volvió y tocó el hombro de otro de los caídos-. ¿Avitu? ¿Conoces a Sabriel?
--Un poco. -Como Hasmed, Avitu era un ángel del viento, la vida y la protección.
--El cometido de Avitu es protegerte a ti y a los otros guías de plegarias -le explicó Gaviel-. Ella cuidará de ti.
--Lo sé -dijo Sabriel, agradecida por sus palabras alentadoras-. Ya me lo han explicado antes. -Avitu sonrió y Sabriel respondió con otra sonrisa.
--La he visto guerrear -dijo Gaviel-, estás en buenas manos.
En ese momento, Azacachia hizo sonar su olifante y las tropas que tenía ante sí se elevaron en el aire como uno solo. Hasmed, Gaviel y los otros atacantes se dividieron en batallones, unos sobrevolando las copas de los árboles, otros volando en la distancia a gran altura, como bandadas de aves. Asintiendo con la cabeza, Avitu se colocó a media distancia, con Rabbadün el Vidente del Tiempo a su lado.
Sabriel volaba bajo hacia la ribera de un río. En la otra orilla se encontraban filas y filas de mortales, agrupándose ansiosamente, observando al Elohim preparado para la batalla.
Con un gesto, Sabriel invocó al agua, haciendo que se arremolinara y se levantase en forma de un gran surtidor de aguas trenzadas. Con un gruñido de las profundidades de su garganta, la transformó en hielo y se posó en la espiral helada.
--¡Bienamados! -clamó a la multitud que tenía debajo-. ¡Ahora es vuestro momento! Así como nosotros os hemos concedido mercedes, así ahora os las imploramos a vosotros. Nosotros que desafiamos al Creador de Todo en vuestro nombre os pedimos que nos protejáis de sus siervos vengativos. ¡Sólo vuestra fe puede hacernos fuertes! ¡Sólo vuestra confianza puede tornar débil al gran Vejovis!
Mientras los guiaba, los mortales rompieron a cantar.

"Gran Azacachia,
Señora de las profundidades de la tierra.
Mientras alabemos tu gran sabiduría,
Grandes bendiciones cosecharemos.

Vodantu, que lee las estrellas.
Señor de las esferas renegridas,
muéstranos qué depara el futuro,
en respuesta a nuestras esperanzas y miedos".

Contemplando a aquellos hombres y mujeres, Sabriel los vio temblar como uno solo y oyó cómo vacilaban sus voces a medida que la oscuridad caía sobre la tierra. Se giró levemente, echando un vistazo por encima de su hombro, pero no pudo apartar la vista de la visión que contemplaba.
Vejovis, Rey de la Tempestad, había llegado.
Se cernía sobre la llanura como una montaña en el cielo. Las oscuras nubes de sus alas se extendían por todo el horizonte, de uno a otro confín, y en sus carbonosas simas fulguraban llameantes hileras de relámpagos. Sus ojos, del color gris de las tormentas, contemplaban todo con juicio implacable y en su mano sostenía un látigo grande como una colina.
--¡Cantad! -gritó Sabriel-. ¡Os necesitan! ¡Sólo vosotros podéis salvarlos! -Pero ante la descomunal masa de uno de los más invencibles siervos de Dios, las palabras se perdieron en sus gargantas.
Azacachia, que había alcanzado el tamaño de un acantilado, se elevó y aulló mientras se precipitaba en veloz carrera. El látigo de Vejovis serpenteó por el cielo y su chasquido produjo truenos. El choque agostó la hierba de las llanuras, arrancó las hojas de los árboles, sacudió las plumas de todos los ángeles rebeldes alzados contra él. Pero Azacachia no fue vencida. Retrocedió y cayó durante un angustioso momento, pero luego se recobró, batiendo sus enormes alas de piedra negra y dirigiéndose de nuevo hacia su enemigo.
Cuando advirtieron que Azacachia había resistido el golpe, los otros atacantes se abalanzaron como un enjambre de abejas. Embistieron con fuego y relámpagos y con el poder de la muerte.
Sabriel giró los ojos hacia los mortales y cantó con ellos. Siendo como eran tan sólo humanos, sus voces carecían de su perfección, pero la de ella podía guiar los dispares tonos, con virtiendo sus desacordes y notas erradas en parte de una armonía mayor.

"Alabamos al poderoso Gaviel,
Gloria del sol de verano,
nos concediste la confianza y la luz,
te adoramos, oh, tú, el radiante"

El látigo de trueno chasqueó de nuevo y, esta vez, golpeó a otro de los guías de plegarias. Avitu y Rabbadün se interpusieron para bloquear el ataque pero sólo consiguieron disminuir su fuerza. El trueno del impacto agrietó la torre de Sabriel y, cuando el látigo colisionó, su víctima cayó. Su torre de hielo se deshizo en agua al instante, derramándose por doquier. Con un gesto de la mano y el ala, Sabriel logró que la ola se desviara y de este modo no se precipitara sobre los mortales.
--¡Aquí! -cantó-. ¡Conmigo! -El agua estaba en calma y desaparecía en la tierra en torno a los hombres, convirtiendo el suelo firme en un pantano cenagoso, pero ellos nadaron con arrojo y empeño y la siguieron (algunos de ellos seguían cantando mientras lo hacían).
--¡BLASFEMOS! -gritó Vejovis. Su tono no era de ira, sino más bien de sorpresa, horror y lástima infinita. Atreviéndose a volver la vista hacia la batalla, Sabriel se asombró al ver sangre en el rostro del serafín, que caía como lágrimas o lluvia sobre la tierra. Su látigo y sus rayos habían acabado con docenas de rebeldes, pero era patente que ellos, a su vez, también lo estaban hiriendo.

"Sabriel del Mar Oriental,
Bendícenos a todos nosotros con dulce amor.
Bajo tu amparo estaremos
a salvo de la ira celeste".

A medida que le dirigían esta plegaria, Sabriel sintió una oleada de fuerza. Era una sensación de mareo, sobrecogedora y escalofriante: no había nada parecido. Con sólo pestañear un ojo, pudo subyugar la crecida, depositando a los esforzados nadadores en la orilla con sumo cuidado. Su canción resonó de nuevo, uniendo a sus seguidores aún más, hasta que ya no fue un coro de asustadizos y esperanzados mortales sino algo más. Con ella, se convirtieron en un pozo viviente de fe, y ella bebió con ansia de su deliciosa esencia, sin saciarse nunca. Sentía como si estuviera hinchándose, expandiéndose por los campos y hacia el cielo, creciendo hasta que la batalla no era sino una parte de ella misma. Vejovis no era sino una mota en el ojo.
Se puso en guardia cuando Rabbadün le dijo a Avitu:
--¡Sabriel es el siguiente objetivo!
El rayo de fuego divino sólo tardó un instante en cruzar la distancia entre Vejovis y ella, pero Avitu era aún más rápida. Saltando para salvaguardar a su protegida, la que fue una vez Ángel Defensor detuvo lo peor del golpe. La energía restante que golpeó a Sabriel era aún siete veces más ardiente que la superficie del sol, capaz incluso de matarla a ella y a una docena como ella... Pero Sabriel tenía el pozo mortal de fe como protección. Extrayendo poder de esa fuente, reconstruyó su cuerpo una y otra vez cuando el fuego la consumía, hasta que la rabia del gran ángel cesó. Ella resistió.
Avitu se derrumbó sobre el suelo como una piedra.
--¡Avitu! -clamó Sabriel, y su grito era una canción-. ¡Cantad por él, mis hombres! ¡Cantad por vuestro protector!
--¡Avitu! ¡Avitu! ¡Avitu! -Habían olvidado los versos. Sabriel les estaba desorientando, pero su pasión y fidelidad seguían intactas.
--¡Avitu! ¡Avitu! ¡Avitu!

Sprintar


En esta entrada vamos a hablar de deporte. Por que hay algo que está mal en las reglas de movimiento del mdt, y es el sprint.

Leer más... ¿Por qué está mal?

Un pj que sprinta cubre en un turno 20 + [3xDES] metros.
De esta forma, un pj con Destreza 3, en un turno a sprint cubre 29 metros.
En 3 turnos, cubriría 87 metros.
Si en lugar de destreza 3, tuviese 4, en 3 turnos cubriría 96 metros. Si tuviese destreza 5, en 3 turnos, cubriría 105 metros.

El actual, y nuevo, record mundial para los 100 metros lisos (que es lo que estamos calculando, a fin de cuentas) es de 9.58 segundos, nos permitiremos redondear a 9 segundos.

Es una marca olímpica, por el momento, el máximo al que la humanidad puede aspirar, lo que pocos en la historia conseguirán, incluso cuando este record sea batido. Es la marca de un campeón, de un cuerpo, una técnica, y una vida, consagrada a lograr ese tiempo, es una persona moviendose de media a poco más de 10 m/s (36 km/h aprox) y que en los 200 metros, vienen a mantener esa media mas o menos (plantándose en los correspondientes 19). Además, esta marca se consigue en pista, con calzado adecuado, ropa correcta...

No procede que un pandillero con chupa de cuero y deportivas, con Destreza 4, corriendo por la calle, o girando, o incluso cuesta arriba, se mueva en 9 segundos 96 metros. Y esto mismo, si se mira, sucederá con los saltos, lanzamientos, y otras disciplinas muy medibles que se pueden comparar.

Entiendo que Destreza 4 es un tipo atletico, no es lo normal.

Pero también entiendo que por tener Destreza 5 y atletismo 5 no puedes batir a un atleta olimpico, y al final, la acumulación de todas estas cosas demuestra que el sprint está mal diseñado;

- La formula de velocidad arroja resultados demasiado potentes en cuanto llegas a destreza 4
- No se considera para nada la puntuacion de atletismo (cuando deberia ser la clave)
- Los sprint no tienen reglas de cansancio ¿Puedo sprintar 10 minutos seguidos?

¿Podría ser exacto?

Entiendo que un jdr no puede precisar a la puntilla, y que si cortas una regla y la limitas, luego en el extremo inferior tampoco es real por extrema lentitud (p.ej, si cambias la formula a 10+ [3xDES] un pj de Destreza 2 haría 160 metros en 30 segs, algo mas de 5 km/h, un paso ligero, y entonces nos quejaríamos por el otro extremo, que los pobladores del MdT son tortugas.

Todo lo que he dicho, parecería incuestionable, pero hay un contrargumento, y es que, ¿por que asumo que un turno son 3 segs? Por eso redondeo el record mundial a 9 segs, para hacer 3 turnos limpios. Dicen los básicos que un turno de combate es de 3 segs, pero los turnos no de combate dicen también los básicos que son de 3 segs a 3 minutos. (Leed la definición de turno, y luego leed la seccion de combate, donde dice que en combate solo existen turnos de 3 segs)

Eso es, tú te has inventado lo de los 3 segundos


Realmente, se podría argumentar que el atletismo no es combate, y que por tanto, podemos entender el turno p.ej como de 4 segs, cambiando la media, pero esto es un error.

Primero, siempre hay que analizar el tiempo/los turnos en su unidad más mínima (los 3 segs) ya que mientras alguien sprinta, siempre alguien puede estar envuelto en combate, (quizás corra para llegar a salvarle) y entonces se deben standarizar medidas y tiempos.

A partir de la unidad de medida menor, construiremos la que sea necesaria acumulando la unidad menor.

Segundo, es errado relativizar el tiempo de un turno, ya que el índice de movimiento es una formula constante, y por tanto, al contraer o estirar el tiempo, la gente se va a volver mas o menos rápida. 29 metros en 3 segs, o en 5 segs, o en 15 segs.

Tener dos tipos de turno de diferente duración ya es un error de diseño, que debe solventarse aceptando únicamente turno, como medida de 3 segs. Así, asumo que un turno es de 3 segs, y hago estos cálculos.

¿Y como lo arreglamos?

 
Solo hay una forma; replantear la formula de movimiento al turno, para que cuadre con cifras reales.Esto que se dice tan facil, cuadrar con cifras reales, me ha tenido bastante tiempo mirando cifras y haciendo números, ha dado pie a una interesante conversación en el foro. Finalmente, he optado por esta fórmula (resultado en metros/turno)

15 + [Destreza] + [2(Atletismo)] m/t
Esta velocidad solo puede ser mantenida durante [Resistencia] turnos, antes de empezar a cansarse. Cuando alguien empieza cansarse, debe chequear Resistencia + Atletismo cada turno, hasta fallar. Alguien ya cansado, solo puede desarrollar velocidad de trote.

Esto causa que, aunque la velocidad normal (7m/t), pueda mantenerse, la de trote deba cambiarse por coherencia, y en lugar de (12+Destreza) m/t, deberemos usar (12+Atletismo) m/t.

La base para justificar esta formula, tras mucho pensarlo y alimentarme de varias ideas, es partir de que el actual record mundial es de unos 33 m/t, luego, he considerado que la velocidad máxima a la que por reglas alguien pueda moverse, sea de 30 m/t. Intentando siempre que a valores bajos la velocidad no sea absurdamente ridícula, un 50% de esa velocidad la he dado de base (15 metros) siendo el resto definida por tus capacidades (dando peso al Atletismo)

¿Y las demás disciplinas atléticas?

Hay otras disciplinas del atletismo cuyas reglas causan resultados también irreales, pero esta entrada solo pretende cubrir el caso del sprint, y explicar como debe funcionar la cabeza de un narrador cuando aborde estos temas. Otros casos similares no se van a tratar aquí.

Usiel


Usiel es un caso único. Es un ángel de la Séptima Casa,un Ángel leal a Dios, que, por sus actos desmedidos y radicales, fué condenado junto a los demonios al infierno. Es castigado no por su Rebelión (pues nunca se rebeló), si no por ser un radical, por cumplir sus órdenes a cualquier precio. Ahora habita el cuerpo de Clive Keene, un hombre negro delgado y bastante bajo, calvo como un huevo.

Leer más... De estas atrocidades en nombre de Dios, solo se ha citado la batalla de las Montañas de la Mañana. En esta batalla, retirándose los Elohim rebeldes, dejaron a sus adoradores humanos en la primera línea, con órdenes de impedir el avance del Cielo, y la esperanza de que el tiempo que perdiesen gracias a esta barrera humana, les permitiese escapar.

Advirtiendo esto, Usiel cargó contra los humanos, atravesando sus filas con todo su poder, sembrando muerte con e único objetivo de superar esa barrera y llegar ante el verdadero enemigo.

El debate moral sobre aniquilar unas tropas que estaban siendo manipuladas, sacrificadas, usadas cual peones, poniendo el objetivo por encima de todo, parece ser válido entre La Hueste ya que Usiel acabó por pagar por esto. No queda claro si esta fue su atrocidad, o si fueron un cúmulo de ellas (no narradas) las que lo condenaron. Personalmente pienso que fueron varias.

En cualquier caso, al terminar la guerra, y aunque desde un primer momento (ver pags 26 a 29 del básico) fue contrario a la rebelión, Usiel fue condenado al pozo junto a los demonios, donde es de asumir que se cobrasen con él viejos rencores. No está escrito como escapó del pozo, cabria suponer que en el momento en que los demonios pudieron escapar.

Sus andanzas pueden leerse en las novelas, en las que se alía, tras el terremoto de LA, con Lucifer (reticentemente), a cambio de que Lucifer le señale objetivos mas relevantes para sus purgas, pues Usiel, sigue exterminando demonios, entendiendo que es lo adecuado. Aunque en un primer momento desconfía del Lucero, y solo acepta por la posibilidad de dañar más a los demonios, finalmente acaba sucumbiendo al canibalismo de demonios.

Naturalmente Usiel justifica este canibalismo como una forma de ganar poder a expensas de sus enemigos, pero finalmente, se demuestra que el segador deseaba poder, adoración, cuando se instala en las tierras altas entre Irak e Iran, adorado por unos nativos kurdos que le toman por su Dios, y le hacen sacrificios humanos.

Podemos decir desde este punto de vista, que Usiel representa una Caída particular; la del fanatico de una causa, en la que se convierte en aquello que quería combatir... negando haber cambiado. ¿Justifica el fin los medios? Usiel diría que sí.

Al fín... Matanza Cofrade


Después de años intentando encontrar este famoso fichero, ha caído en mis manos. Finalmente ha sido una amiga la que me lo ha agenciado.

A modo de reivindicación (como otros ya hicieron mejor, antes que yo) aquí teneis el tan comentado hace años... Matanza Cofrade

Aprovecho para recordar, que aunque el primer Juzgado de lo Penal de Sevilla (¿Haciendo alarde de parcialismo cultural?) declaró culpable al programador, luego la Audiencia Provincial le absolvió

El fín de Hasmed


Me gustan estas muertes, estas actitudes. Por mucho que me guste ilustrar un mundo de maldad, supongo que al final lo que me gusta es que de vez en cuando pueda brillar una luz, que, en medio de la noche, parecerá mas brillante.

Me gustaría tener jugadores como Hasmed en mi mesa.
Nunca he tenido uno en Demonio.

Leer más... Hasmed estaba ayudando a Tina a hacer la última hoja de sus deberes cuando sintió una presencia. Trató de sacarla de la casa pero la presencia llegó hasta él demasiado rápido.
No se molestaron en llamar a la puerta. Un segundo antes, en la habitación solo estaban Hasmed y Tina, disponiéndose a huir, y, un segundo después, la sala se había llenado de gente.
Sal Macellaio lo miró detenidamente. Había perdido peso. Parecía que había perdido algo más, pero no podía determinar qué.
La Piedra de la Desesperación también estaba allí.
En medio de los dos, se materializó el príncipe demonio Vodantu.
Tina gritó y ocultó su cara de algo que era todo ojos y alas de metal pulido. Su voz hacía temblar las ventanas.
--HASMED -DIJO-, MI SIRVIENTE ERRABUNDO.
--Tina, corre. -Hasmed rompió la ventana de un codazo y trató de levantar a su hija pero ella luchaba y se resistía. Estaba histérica y él sabía que, de todos modos, nunca podría escapar de la Piedra. No si quería atraparla.
--QUE NADIE DIGA QUE NO SOY PACIENTE Y COMPASIVO. TE VOY CONCEDER UNA OPORTUNIDAD MÁS. UNA OPORTUNIDAD MÁS DE RETORNAR A MI REGAZO, SOLO TIENES MATAR A LA NIÑA Y ME SERVIRÁS UNA VEZ MÁS, AUNQUE BAJO LA SUPERVISIÓN DE SALVATORE.
--No lo haré.
Hasmed no guardaba pistolas en casa pero sabía que, de todos modos, poco podían hacer contra Vodantu. Optó por probar con el viento, con una galerna de peste y corrupción. Eso hizo que Paum cayera presa de convulsiones pero esperaba que pudiera llegar a herir a Vodantu o, al menos, detenerlo.
Pero no.
Vodantu habló de nuevo y esta vez no eran meras palabras; era el emplazamiento del espíritu de Hasmed en el universo.
--CON TU NOMBRE TE SUBYUGO. DEPÓN TU INSOLENTE RESISTENCIA.
Hasmed no pudo hacer otra cosa que obedecerlo. Tina se había acurrucado, cogiéndose los pies entre sollozos.
Hasmed miró a Sal fijamente.
--Debes de estar muy orgulloso -dijo.
--MATA A LA NIÑA.
Una gota de sangre brotó de la cicatriz de la frente de Hasmed.
--No -dijo de nuevo.
--EXTRAORDINARIO. TUS AFECTOS IMPROPIOS HAN LLEGADO A DESFIGURAR TU NOMBRE VERDADERO. PERO, ¿POR QUÉ ME DESAFÍAS? CONOCES CUÁL ES SU SUERTE. SABES QUE ALGÚN DÍA MORIRÁ. ¿POR QUÉ ENFRENTARSE A LO INEVITABLE?
Hasmed alzó la mirada y una pequeña sonrisa torció sus labios.
--No puedo creer que vaya a morir protegiendo a un humano. Pero así es.
--QUÉ NOBLE. MAS, QUÉ FÚTIL. ¿QUIERES QUE ESAS SEAN TUS ÚLTIMAS PALABRAS?
--¿Qué te parecen estas? -Echó atrás los hombros y desplegó las alas. Y esta vez la luz que despedía su rostro era pura e inmaculada-. TAL VEZ LA VIDA HUMANA TENGA VALOR. TAL VEZ MEREZCA LA PENA LUCHAR POR ELLA. HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO.

Usiel y Lucifer


Lo que sigue son unos estractos de las novelas, en las que se muestra la relación que Usiel mantiene con Lucifer, como evoluciona esta, desde una primera sensación de repulsa ante el Primer Rebelde, hasta acabar Usiel tentado por el canibalismo de otros Elohim.

Leer más... Se suponía que el bar "TGI Friday" del aeropuerto Pearson de Toronto debía de ser alegre. Tenía una iluminación cálida pero la justa, sin llegar a molestar o deslumbrar. Las paredes estaban cubiertas con coloristas y cándidos recuerdos de tiempos mejores, ya perdidos en el pasado. Decoradores especializados habían diseñado hasta el último centímetro de su superficie para construir un lugar acogedor y animado. Los expertos habían cobrado importantes sumas por bautizar a las bebidas del bar con nombres ocurrentes. Incluso la selección musical de la máquina de discos constituía una poderosa llamada a la diversión.
Pero mientras Sal Macellaio escuchaba en Jersey la grabación de la muerte de su hijo, el bar estaba invadido por la melancolía.
Esto no tenía nada que ver con Sal, Scott, o Hasmed o Rabbadün. No, la melancolía tenía su epicentro en un hombre negro bajo y calvo, que estaba sentado en un rincón del bar tomando una bebida de nombre extravagante.
El hombre negro llevaba vaqueros, un polo y mocasines baratos. No parecía desentonar en el lugar, excepto por una horrible cicatriz en la palma de la manó. Pero la mantenía en su regazo, fuera de la vista. Sin embargo, mientras se inclinaba y bebía, parecía irradiar una intensa sensación de mortalidad y depresión. Se desprendía de él como el mal aliento. Infectaba al barman, que fruncía el ceño al reponer las rodajas de limón y las aceitunas con sabor a ajo. Una camarera que pasaba a su lado se acordó de pronto de un ex amante, un hombre que ahora era sólo un recuerdo, pero un recuerdo triste. Ella arrugó la frente y las chapas y la minifalda que debía llevar hicieron que, de repente, se sintiera frágil y humillada. Con los hombros caídos, preguntó a un reparador de máquinas fotocopiadoras y a su amiga (que era la administradora de los almacenes Foot Locker de la zona) si querían otra copa. Ellos decidieron, de improviso, pedir la cuenta para irse.
Desperdigados por todo el bar, los parroquianos perdieron interés por el partido de hockey que estaban retransmitiendo por televisión y comenzaron a hablar de pronto sobre sus penas y oportunidades perdidas o tenían riñas de poca monta que se olvidaban en cuanto salían al aparcamiento.
En pocas palabras, mientras el clima inicial era el de Buddy Holly cantando "Pequeña Sheila", había derivado de algún modo a Little Milton cantando "Lunes tormentoso".
Un hombre con centelleantes ojos verdes y tupido cabello pelirrojo entró en el bar y avanzó directamente hacia la fuente del malestar.
Aunque el pequeño aguafiestas negro estaba dando la espalda a la puerta, se estremeció con un escalofrío y se dio la vuelta, para observar al recién llegado. Cuando sus miradas se cruzaron, el barman dejó caer un vaso de whisky canadiense. El bolígrafo Bic de la camarera reventó y le manchó de tinta los dedos mientras se lo estaba ofreciendo al reparador de fotocopiadoras. Pero este tenía sus propios problemas ya que se había clavado en las encías la pequeña espada de plástico de cóctel mientras chupaba la aceituna de su "mahrtooni" (no era un martini; era una bebida exótica llamada "mahrtooni"). En cuanto a la administradora de Foot Locker, se estaba atragantando con un trozo de hueso que había aparecido inesperadamente en las tiras de pollo.
--¿Qué estás bebiendo? -preguntó el pelirrojo animadamente. El hombre negro le clavó la mirada.
--Creo que se llama "Jugosa Lucy" -dijo. Su voz era agria como salmuera picante.
--Ah, ¿no era esa la que bailaba al estilo Watusi mientras sólo llevaba puestas unas zapatillas azules de ante? -se giró al barman y dijo-. Otra "Jugosa Lucy" para mi amigo de aquí y... Mmmm, yo quiero un chupito de Absolut Peppar y una pinta de Forsters -miró al hombre calvo y preguntó-. ¿Compartimos una ración de tiras de búfalo?
--No estoy aquí para hacer amigos, extranjero.
--Yo tampoco -el hombre negro gruñó pero no dijo nada-. Por cierto, el anillo que llevas es muy interesante.
--¿Quieres verlo de cerca? -lo dijo con el tono de "¿quieres que meta tu cadáver desangrado en una trituradora de madera?"
--El último tipo que vi con un anillo igual se llamaba Max Hirniesen -movió la cabeza al tiempo que el barman les servía sus bebidas-. Gracias.
Los ojos del hombre negro se abrieron como platos.
--Así que tú eres ese.
El hombre de ojos verdes sonrió y posó modestamente las manos sobre su pecho.
--Culpable -entonó burlonamente. Luego parpadeó-. Me lo puedes agradecer pagando la siguiente ronda.
--¿Quién eres tú?
--Max pensó que era una mujer llamada Penélope, pero se equivocó. A ver si lo adivinas tú.
--Adivinar nombres es un juego peligroso para nuestra especie. Cada nombre erróneo llama la atención.
--Te daré pistas, entonces. ¿Quién pondría un arma de tal poder en las manos de alguien tan despreciado por sus congéneres, alguien que fue una vez de los Malhim, uno de los más temidos guerreros del Cielo, alguien que indudablemente dirigiría su poder contra los otros presos del Infierno?
--Habría dicho que eres un sirviente del Creador de Todas las cosas, pero sé que no eres nada parecido.
El pelirrojo adoptó un semblante serio por primera vez desde que entrara en el bar. Abrió la boca pero en vez de hablar bebió su trago de vodka.
--He estado siguiendo tus trifulcas con Vassago. Muy interesantes -el hombre negro contuvo el aliento. El pelirrojo agitó la mano negligentemente-. Tu diabólico adversario no me rastreará por esa simple elocución. Confía en mí.
--Antes confiaría en que una serpiente diese de comer a un gatito.
--Mmmm. Probablemente lo merezco -dijo el pelirrojo, bebiendo un sorbo de cerveza-. Pero eso no cambia algunos hechos esenciales. Te has ganado un enemigo poderoso, alguien a quien no estás preparado para combatir... todavía. Le has herido, pero está en guardia y un Neberu prevenido es un contrincante realmente peligroso -otro sorbo-. Especialmente uno que ha corrompido a un siervo del Cielo.
--¿Qué sabes de eso?
--La pregunta es, ¿qué sabes tú?
El hombre calvo agachó la cabeza, mientras pasaba los dedos de una mano por las marcas de cigarrillos de la mesa.
--Sé que el Creador de Todas las cosas no me ha perdonado.
--Ja. Dé todas las lecciones que podrías haber aprendido, esa es la peor. Lo que deberías haber aprendido es que los bandos no están tan claramente divididos como siempre has creído -se encogió de hombros-. Aunque supongo que alguien que ha pasado por la condenación en el Infierno pasaría por alto incluso las evidencias más obvias.
--¿Quién eres tú? -su tono y su volumen atrajo las miradas inquietas del barman y la camarera. Muchos de los otros clientes acabaron sus copas y encontraron motivos para irse apresuradamente.
--Yo, como tú, soy el enemigo de los moradores del Abismo. Soy el enemigo de los demonios que acechan como tumores sobre la dulce piel de la tierra. Puedo guiarte hasta esos grandes monstruos cuando sean más débiles y puedo enseñarte el mejor modo para arrebatarles su poder y usarlo contra sus inmundos congéneres -el hombre negro se levantó de la banqueta y se puso en pie, alerta-. Soy tu aliado y mecenas y soy el único de nuestra especie que te ayudará. Me han llamado El Más Glorioso y el Príncipe de Este Mundo y el Adversario. Me llaman el Lucero del Alba, el Portador de Luz y el Señor de las Mentiras.
--Lucifer.
El hombre de pelo encendido sonrió sin alegría ninguna. Y puso un dedo a lo largo de su nariz.
--Exacto, Usiel. Y tenemos mucho trabajo que hacer.

El infame Adversario, el primer ángel que se declaró enemigo del Todopoderoso y cuyo grito de guerra empujó a un tercio del Ejército a combatir, sufrir y, finalmente, caer a su lado. Lucifer, el Embustero, el Señor de las Moscas, estaba junto a Usiel, en el TGI-Friday, proponiendo compartir a medias una ración de hot wings e invitándole a luchar a su lado contra otros demonios que habían conseguido escapar de su prisión infernal.
Usiel respondió como lo haría cualquier ángel de bien (y muchos demonios). Se dio la vuelta, se bajó del taburete y le descargó un fuerte derechazo.
Solo lo hizo como distracción, mientras invocaba su guadaña, pero el Lucero del Alba esquivó el golpe y se abalanzó hacia delante, inmovilizando a Usiel con los brazos. Los dos chocaron con la barra y se precipitaron hacia el pasillo. Atravesaron la puerta que conducía a la pequeña cocina de pedidos sencillos y, de repente, aparecieron en otro lugar muy distinto.
Usiel reconoció el hechizo; para los demonios todas las puertas eran una sola y Lucifer había tenido eones para aprender el truco. Estaban en algún lugar soleado y caluroso y, aparentemente, sin vida.
--No seas estúpido -le previno el Adversario, pero Usiel no lo escuchaba, no quería atreverse a escuchar, no podía permitirse oír esa voz terriblemente autoritaria.
Así que el Segador de Almas tocó el anillo de su dedo y, de repente, este se convirtió en la herramienta de liberación de un Asesino, dotada del poder de cortar los lazos que unen a toda vida con la vida. Blandió la guadaña con ambas manos, una intacta y la otra seriamente dañada, y descargó la sombría hoja contra la cabeza de Lucifer.
El Adversario ni siquiera intentó esquivarla. Dio una palmada y la guadaña se transformó de nuevo en un anillo de metal grisáceo. Ni siquiera estaba en la mano de Usiel; voló por los aires y se posó en su palma abierta.
--Estás perdiendo el tiempo -dijo Lucifer, pero Usiel estaba sufriendo una metamorfosis, desprendiéndose de su carcasa mortal y revelando la espantosa apariencia de un Ángel de la Muerte.
Entonces Lucifer pronunció unas pocas frases en la lengua de los ángeles y Usiel se paró en seco. Conocía esos sonidos. Realmente, él era esos sonidos. Lucifer continuó y Usiel trató de abalanzarse sobre él, golpearlo salvajemente, silenciar al rey demonio antes de que completara el Nombre Verdadero de Usiel, pero ya era demasiado tarde. Lucifer lo nombró y Usiel quedó atrapado. El Nombre no era perfecto (su estancia en el Infierno y sus experiencias en la Tierra habían alterado ligeramente su naturaleza y esos cambios se reflejaban en su nombre), pero era más que suficiente. Conociendo el Nombre Verdadero de Usiel, el Adversario tenía el poder de aprisionar, destruir u ordenar a Usiel cualquier cosa que se le antojara.
Las siguientes palabras en la Antigua Canción casi parecían banales. Era un añadido menor y temporal al Nombre de Usiel y a su persona. El Adversario había desactivado el control muscular del ángel.
El Segador de Almas cayó a peso muerto sobre el suelo del desierto.
--Te pedí que te unieras a mí en mi lucha contra los demonios más poderosos -dijo Lucifer-. Te devolví este juguete sabiendo que lo utilizarías contra los que se evadieron del Pozo. -Arrojó el anillo sobre la arena, junto al rostro de Usiel-. Te di un consejo, un excelente consejo, sobre ir a ver a Glenda Fielding en Oswego. Ahora sabes que podría dominarte si quisiera o devorarte y añadir tu pequeña dosis de poder a mis reservas rebosantes. Pero no haré ninguna de las dos cosas.
Se volvió hacia la puerta por la que habían entrado. Usiel pudo ver entonces que era una especie de cobertizo abandonado, aparentemente la única construcción en kilómetros a la redonda.
Sintió que recuperaba progresivamente el control sobre sus músculos.
--¿Por qué? -preguntó con la lengua entumecida.
En el umbral de la puerta, el Adversario se detuvo y se dio la vuelta.
--Porque no quiero hacer de Dios -contestó. Entonces, desapareció.




El Segador de Almas caminaba por la acera con paso dudoso, lo cual era bastante atípico. Tenía el ceño fruncido, pero no era su expresión habitual de cólera justa y vindicativa. Era un semblante confuso, incierto e infeliz.
Gran parte de su confusión derivaba de un dilema existencial: si dejaba de perseguir a demonios y sus secuaces, ¿qué objetivo tendría?
Cuando estuvo con Sabriel, parecía que las cosas tenían sentido. La idea de que los caídos, como él, podían suplicar el perdón del Todopoderoso... era una idea seductora. Eso explicaba algunas cosas. Y sin embargo...
Dejó escapar un suspiro y dirigió la vista hacia la puerta de hierro y madera que tenía enfrente.
Al menos ahora tengo tiempo para esto, pensó mientras entraba en la sala de conciertos. Los Boston Pops estaban de gira y Sabriel le había conseguido unas entradas.
Sus sentidos inhumanos se pusieron alerta nada más atravesar la puerta, pero ya era demasiado tarde para detenerse. Se giró ligeramente a la derecha y la guadaña apareció en su mano. Se sentía irritado pero, de algún modo, aliviado. Esto, al menos, no parecía complicado...
Entonces las sílabas de su Nombre Verdadero resonaron en la oscuridad y en ese momento supo que sí sería complicado.
--¿Quién nombra a Usiel? -preguntó.
Una cerilla se encendió, revelando a un hombre rechoncho y velludo sentado a una mesa. El desconocido prendió una vela y, mientras los cansados ojos mortales de Usiel se habituaban, vio que era un bar minúsculo; largo y profundo pero apenas tendría más de tres metros de ancho. El hombre tenía una botella y dos vasos.
--¿Te gusta el ouzo? -preguntó-. Yo tomaré un poco.
--¿Quién eres tú?
--¿No me reconoces sin el pelo rojo, los ojos verdes y la arena del desierto?
Usiel suspiró.
--Lucifer. -Quería que sonara amargo y desafiante, pero parecía cansado.
--Acércate una silla.
Usiel cogió aire para rechazar el ofrecimiento pero entonces se preguntó de qué serviría. Se sentó.
--¿Dónde estamos?
--En Kalamáta. -Al ver que Usiel parecía no reaccionar. Lucifer añadió-. Está en Grecia.
Usiel pestañeó.
--¿Por qué me traes a Grecia?
--¿Y por qué no? El ouzo de aquí es realmente peleón. Ni siquiera tiene distribución internacional. Quizás sea un tonto, pero me gusta que siga siendo desconocido. -El Príncipe del Orgullo puso un vaso al otro lado de la mesa.
--No tengo sed -suspiró Usiel-. Creía que ya habías acabado conmigo.
--¿Eso dije?
--Dijiste que no querías jugar a Dios.
--Y no lo haré. Pero jugaré a ser el abogado del diablo. -Se aclaró la garganta-. Como tal, te sugiero que vendas tu alma a cambio de la inmortalidad y una asombrosa habilidad para tocar la guitarra.
Usiel soltó una carcajada breve y sarcástica.
--¿Me has traído aquí para practicar tu rutina de tentaciones?
--No, no... Te he convocado para averiguar qué demonios crees que estás haciendo.
--No estoy seguro.
--No estás seguro. Yo tampoco. Supongo que la única que está segura es tu nueva amiga Sabriel.
--Querrás decir mi vieja amiga Sabriel -dijo con la esperanza de que ella lo escuchara y de que la invocación pudiera establecer una conexión. Pero no ocurrió nada.
¿Cómo hace eso Lucifer? Su desasosiego regresó multiplicado. Ambos bandos de la guerra habían asumido que las invocaciones eran algo privado e inviolable. Si el Lucero del Alba sabía suficiente como para bloquearlas... ¿Qué más podría hacer? ¿Fingirse un demonio diferente o incluso un ángel? ¿Escucharlas? ¿Cuáles eran los límites de su poder?
La voz de la Estrella de la Mañana rescató a Usiel de sus cavilaciones.
--Puede haber una continuidad de experiencia entre la Sabriel que conociste entonces y la que conoces ahora, pero eso no tiene relevancia. La delgada regata que creció en el bosque de Wisconsin hace un billón de años es, técnicamente hablando, el mismo río Mississippi que recorre San Luis y arroja los residuos tóxicos de cien ciudades al Golfo de Méjico. Eso no quiere decir que el agua sepa igual.
--¿De modo que me has traído aquí para decirme que ella ha cambiado? -Usiel sacudió la cabeza-. Nunca me glorié de ser el ángel más listo del Cielo, pero ya sabía eso. Ella ha cambiado. Yo he cambiado. Tú has cambiado. Creo que tienes algo más en mente.
--Me encantaría saber cómo te enredó para que no la mataras.
--¿Y por qué no nos espiaste sin más?
--Estaba distraído. Desde que hablamos la última vez, me han destruido dos veces.
Usiel se preguntó qué querría decir Lucifer exactamente con eso, pero no preguntó.
--¿Crees que Sabriel me está engañando? ¿Que me está manipulando?
--Me apuesto la lanza.
--Si supiera que ibas a cumplirla, aceptaría la apuesta. Si le hablara de ti, seguro que te acusaría de lo mismo.
--Interesante reflexión. -Lucifer se acarició la barbilla y levantó la cabeza mientras su lengua pronunciaba una vez más sílabas enoquianas.
Usiel sintió que algo en su interior se removía y alteraba, pero no podría decir de qué se trataba.
--¿Qué has hecho?
--Lo siento, pero he decidido que no quiero que cuentes chismes. Ahora no puedes hablar de mí. Puedes invocarme pero nada de ponerme verde.
Usiel hizo rechinar sus dientes.
--Recuerdo tu palabrería sobre la igualdad y la dignidad durante la guerra. Me alegra confirmar que todo era una puta mentira. Eres más tirano de lo que lo era el Supremo.
--No te atrevas a agraviar a quienes son mejores que tú. -Se inclinó hacia delante-. Dime una cosa. Ahora te he puteado un poco. He violado tu libre albedrío. Lo siento. Pero te haré un regalo para compensarte.
--¿Qué? ¿Una botella de tu puñetero ouzo?
--No, algo mucho mejor. Voy a vincular la frase "Segador de Almas" al nombre "Usiel". Ahora oirás lo que diga la gente cuando te mencionen por tu título, en vez de por tu nombre celestial.
--No quiero regalos tuyos.
--Tampoco querías la imposibilidad de mencionarme. Lo siento. Supongo que ya he trascendido mi etapa democrática.
Usiel tomó aire para seguir la discusión pero la cháchara de su cabeza se había duplicado. Estaba acostumbrado a ignorar las continuas invocaciones de poca importancia. Sencillamente, desconectaba las llamadas demoníacas insulsas. Pero ahora era consciente de susurros más sutiles, el murmullo de demonios, fantasmas y esclavos, extendidos por toda la Tierra, el Infierno y el limbo de los muertos. Todos hablando de él.
--...Segador de Almas en Washington y me sorprendió que John sobreviviera al encuentro. Si se te aparece...
--...Segador de Almas, ángel poderoso, Esclavizador de los Espíritus, ¡atiende nuestra plegaria! ¡Segador de Almas, ven a nosotros, bendícenos con tu poder!
--...Segador de Almas ha escapado del Pozo y se pasea por la Tierra, tomando...
--...Segador de Almas a mí. Está bajo control.




--Me mantuve puro y sobrio durante más de cuatrocientos años, ya me entiendes -dijo Lucifer-. Cuatrocientos veintinueve, para ser exactos. -Bebió un sorbo de té-. Dos meses más y habrían sido cuatrocientos treinta. Pero la necesitaba.
--La fe humana -dijo Usiel.
El Adversario asintió.
--No solo la humana. ¿Sabes que... antes de caer en la tentación, me acostumbré a no usarla? Durante cuatrocientos años, no ejercité mi poder, durante cuatrocientos años no me serví de mis conocimientos. Trataba a los hombres como uno más, empleando la argumentación razonada. Construía lo que necesitaba con mis propias manos o comerciaba con ello valiéndome únicamente de los afanes de mi mente. Soportaba las inclemencias del viento y la lluvia. Encendía fuegos con yescas o palos. Hay cierta pureza en ello, Usiel. Nunca olvidaba que era un Elohim, nunca pensaba que era uno de ellos, pero vivir sin poderes la única manera que encontré de aliviar la carga del mismo.
--Pero ahora...
Lucifer sonrió, con evidente malicia.
--Bueno, el poder también tiene su atractivo. Al igual que la fe pura, dejando aparte su uso como nutrimento. Imagino que habrás tenido tiempo para llegar a esa conclusión con la señora Fielding, ¿no?
Usiel desvió la mirada.
--Tú me pusiste en contacto con ella.
--¿Sabes? Se me ocurren dos contextos para «poner en contacto». Un criminal que ha sido atrapado acusa a un maldito soplón de haberse puesto en contacto con la policía. O un hombre solitario agradece a un colega que le pusiera en contacto con una amiga suya. ¿Con qué sentido estás usando esa expresión?
--No estoy seguro -dijo Usiel mientras se aclaraba la garganta-. Y ahora, ¿qué? ¿Haces que levanten iglesias en tu nombre? ¿Te sientas en un trono y haces que tus adoradores humanos te llamen Dios y que crean en ti mientras les muestras un ápice de tu gloria?
--Bueno. Supongo que acabaré haciéndolo antes o después.
Hoy, el rostro del Diablo era el de un hombre del Medio Oeste, robusto, impasible, propio de un granjero, un camionero o un trabajador de una fábrica. Al hablar de establecer una adoración blasfema, tenía la expresión de un marido o un padre que sabe que va a tener que volver a pintar el baño tarde o temprano.
--¿Cómo puedes albergar esa idea y sentirte mejor que los caídos?
--¿Cuenta tener la decencia de sentir que está mal?
--¿Y crees que eso les importa a tus víctimas? ¿O las suyas?
--Quizás no funde una Iglesia -dijo Lucifer-. De hecho, creo que, probablemente, me quede con esos «Templos de Satán» o «Iglesias de Baphomet» que hay por California. Por otro lado, he estado haciendo principalmente de Robin Hood.
--¿Es decir?
--Lo de robar a los pobres. Como tú con el viejo Vassago.
Usiel se percató de que se estaba sonrojando y de que se sentía demasiado avergonzado para cruzar la mirada con Lucifer.
--Vamos -dijo el Lucero del Alba-. No tienes porqué avergonzarte. Hiciste lo correcto con él. Robó toda esa pasta a generaciones de primos y pardillos, los mascó como chicle y luego los escupió, una vez que perdieron todo su sabor. El único uso que daba a ese poder era crear más víctimas. Por tanto, ¿qué mal hay en arrebatárselo?
--Estás tratando de tentarme.
--¡Estoy tratando de que vuelvas al campo de juego! Vamos, dime que no te gustó. Dime que no te encantó devorar esa dulce y sabrosa porción del alma de Vassago. -Usiel no quería mirarle a los ojos. Lucifer se reclinó en la silla-. No vas a negarlo porque no puedes. Fue divertido. ¡Claro que es divertido! Castigar a los malhechores es divertido. ¿Por qué crees que Dios lo hace tan a menudo? Y con tanta fiereza.
--Detecto cierta amargura.
--Mmmm. Supongo que la hay. -Los ojos de Lucifer destellearon-. ¿Quieres saber cómo recobré mi poder tan rápido? Te lo revelaré. Lo compartiré contigo.
--No, gracias.
--¿Aún recelas? Esta es la respuesta a tu pregunta, Usiel. Puedo mostrarte cuan diferente soy a ellos, cuan diferentes somos. ¡Lo voy a hacer ahora!
--No...
Pero Lucifer ya estaba revolviendo en un armario. Cogió un bote de sal y comenzó a agitarlo.
--¿Hay alguien en particular al que te gustaría ver? -preguntó, y Usiel estuvo a punto de decir Sabriel. Pero contuvo su lengua-. ¿Qué tal Durnadin? ¿Uno de los tuyos, un Halaku? Me invoca mucho, por cierto. Me cuenta cómo hace mi trabajo. -Mientras hablaba, el Adversario empujó hacia atrás la mesa y vertió un grueso anillo de sal sobre el suelo. Luego dibujó signos y figuras en él. Y si su voz parecía amarga cuando hablaba de Dios, sonaba el doble de amarga cuando hablaba de su leal servidor.
--¡Durnadin! ¡Lucifer, tu señor, te llama!
El demonio hizo una pausa y una mueca de desagrado cruzó su rostro. Entonces abrió la boca y las palabras fluyeron de ella. Era el Nombre Verdadero de Durnadin, su naturaleza real y su lugar en el universo. Pero los tonos eran discordantes, los vocablos rechinaban y chocaban entre sí.
--Tu Nombre Verdadero ha cambiado desde que nos rebelamos codo con codo -dijo Lucifer, guiñando un ojo a Usiel-. ¿Cómo es ahora?
Dirigió una elocuente mirada a Usiel y se estiró el lóbulo de la oreja para indicar al Segador que escuchara. Entonces habló de nuevo y esta vez el Nombre Verdadero sonó grave y melancólico y solo con pronunciarlo parecía absorber la luz de la habitación, espesando las sombras y helando el aire.
Lucifer siguió hablando en la Antigua Lengua; eran palabras de distancia, movimiento y cambio y, de pronto, Durnadin el Halaku estaba allí enfrente, dentro del círculo de sal.
--Así de fácil -susurró Lucifer a Usiel.
--¡Señor!
Durnadin constituía una visión lastimera. Invocado en su forma real, sus alas de cuervo, en otro tiempo brillantes y lustrosas, habían perdido todo esplendor y estaban marchitas. En lugar de dedos tenía garfios de hueso, curvados y delgados, con el extremo afilado, alineados para desgarrar la carne. Su piel era moteada, blanquecina como el moho y grisácea como un cadáver. Estaba muy delgado, famélico, con el vientre hinchado propio de los que sufren inanición, que era la única parte redonda de todo su huesudo y enjuto cuerpo. Al mirarlos, tenía la cara de un niño muerto de ocho años. Ese rostro pálido mortecino tenía una expresión de esperanza, temor y reverencia. A Usiel se le revolvió el estómago.
--¡Nunca perdí la fe! -dijo Durnadin mientras le corrían lágrimas por las mejillas-. ¡Nunca abandoné tu lucha!
--Lo sé -dijo Lucifer, con voz sedante, balsámica, cálida y llena de compasión-. He escuchado tus plegarias, aunque no respondiera. Pero dime otra vez cómo has cumplido mis designios.
--Hago sacrificios en tu nombre -dijo Durnadin con fervor-. Con tanta asiduidad como puedo; trato de hacerlo cada semana. Les digo que vas a volver, que reinarás de nuevo, les digo que tu poder es real y entonces hago que crean en ti.
--¿Cómo lo haces? -preguntó Usiel sosegadamente, pero temiendo la respuesta.
--Al principio los mataba -dijo Durnadin-. Pero era demasiado rápido. Eran demasiado frágiles, demasiado endebles. No comprendían. -Su voz adquirió un matiz quejumbroso-. Morían antes de acabar mi trabajo. ¡Pero no me rendí! Aprendí, estudié y mejoré. Ahogarlos. Esa es la clave.
--Ahogarlos.
--Sí, es mucho más lento, así que puedes prolongarlo tanto como gustes -dijo Durnadin sin que el luminoso resplandor de amor de sus ojos perdiera brillo-. Los sumerjo en el agua, los saco, los vuelvo a meter y dejo que respiren de nuevo... Tratan de luchar, pero muy pronto se agotan y tengo que sujetarlos para que cojan aliento antes de sumergirlos otra vez, mientras sienten la presión del agua en los oídos, en la cara, en los pulmones... Una y otra vez, hasta que comprenden. Con un tipo tuve que hacerlo doce veces pero al final creyó. Al final lo hizo. ¡Lo consiguió y ya solo creía en ti, señor!
--Y luego lo hiciste otra vez.
--Sí -susurró Durnadin, y su voz parecía una caricia sudorosa-. La decimotercera. Dijo tu nombre con su último hálito vital.
--Lo sentí -dijo Lucifer con voz profunda. Se giró a Usiel-. ¿Ves? Sin demonios que condujeran los servicios, el satanismo sería tan vacuo como cualquier otra religión. La gente hace lo que cree que está bien. Pero con un seguidor tan resuelto como Durnadin, los mortales pueden ser obligados a creer firmemente.
--Todo por ti, mi señor.
--Todo por mí. Y no podría rechazarlo aunque lo intentase.
De pronto, Lucifer ya no era el compasivo soberano de Durnadin. De pronto, dejó que el desprecio se reflejara en su rostro. Y, de pronto, una lanza llameante apareció en su mano.
--Tú también crees -dijo Lucifer y hundió la punta de su venablo en el pecho de Durnadin. El demonio del círculo pudo haber gritado pero no lo hizo. El desengaño que se percibía en su cara, el miserable sentimiento de traición era demasiado hondo para ser expresado.
--¡Vamos! -dijo Lucifer mirando a Usiel con los ojos iluminados-. ¡Atácale! ¡Comparte su muerte conmigo!
--Yo...
--¡Rápido! ¡Antes deque sea demasiado tarde! ¡Atácale y pronuncia su Nombre Verdadero, devora tú también una parte y conoce su verdadera esencia! Solo si examinas su pasado, su conocimiento, su propia naturaleza, podrás entender por qué no confío en Sabriel, Nazathor, Grifiel y los otros que pronuncian mi nombre en vano. ¡Invoca tu guadaña y rájalo!
Y Usiel lo hizo.
Mientras su herramienta de liberación le aparecía en la mano, se dijo que Durnadin iba a morir de todas formas y que eso era algo positivo, lo mirara como lo mirara.
Mientras la guadaña caía, la tentación de comprender a los caídos (y con ellos a sí mismo) y sobre todo la necesidad de saber si Sabriel lo había engañado imprimió más fuerza a su golpe.
Cuando la hoja cayó sobre el demonio y Usiel salmodió su Nombre Verdadero, el nombre que el diablo había desvelado gustosamente a su señor, pensó que arrebatarle su energía era una buena idea, que le ayudaría a proteger a Glenda. Tal pensamiento fue un bálsamo para él.
Pero quizás lo que más le dominaba era el impulso de sentir esa dulce oleada de poder una vez más. Consumirlo y devorarlo. Desatar y robar una energía que había existido desde el amanecer de los tiempos y hacer que esa energía formara parte de sí mismo.
Cuando absorbió una parte de Vassago, Usiel se concentró únicamente en el poder, pero esta vez, a instancias de Lucifer, también absorbió los recuerdos de Durnadin. Recordó.
Recordó el dulce alivio que supuso para los ángeles caídos descender sobre la humanidad, revelarse por fin a ella, libres, amados y reconocidos.
Recordó el miedo a la guerra, pero también el gozo del valor, el gozo de salvar a un amigo, sensaciones que Usiel también había conocido en el Ejército Celestial, nobles placeres que nunca concibió que los rebeldes pudieran experimentar.
Recordó la amargura de la derrota, la locura del Infierno y la liberadora furia de la venganza.
Usiel contempló cómo Durnadin torturaba a sus víctimas al tiempo que pensaba: Así es como debe de sentirse Dios cuando provoca cáncer en un niño. Sintió que Durnadin era libre para martirizar y aniquilar sin que nadie lo detuviera.
(Atisbo un destello de conciencia: Durnadin había respetado a una señora mayor, que se parecía mucho a la anciana de los Tanenbaum. Era la abuela del cuerpo anfitrión que ocupaba y siempre le había traído regalos en Navidad y había metido barras de caramelo en la cama mientras su nieto dormía. Durnadin había respetado su vida. Quizás lo hizo porque habría muerto demasiado pronto. Fuera como fuese, su actuación fue rica en misericordia).
Y entonces visualizó la reciente traición, cuando Lucifer alzó su lanza. En ese momento, curiosamente, Durnadin sintió más tristeza que cuando Miguel pronunció el castigo para la Casa Postrera. De alguna manera, esa traición fue la peor.
Durante un momento, el Segador y el Diablo permanecieron de pie y en silencio en la cocina de Glenda Fielding.
--¿Ves cómo son? -dijo Lucifer.
--Veo que podría haber cambiado -dijo Usiel.
--Pero no lo hizo.
--¡Pero pudo haberlo hecho!
--Pero no lo hizo -repitió Lucifer-. No lo hizo, no lo haría y ninguno de ellos lo hará. ¡Combatieron a Dios, Usiel! ¿Quién va a contenerlos ahora que los ángeles se han retirado y Dios ha ocultado su rostro?
--Podrían elegir otro camino.
--Oh, ¿estás hablando de autocontrol? No sé si te has dado cuenta, ¡pero no es una característica común entre aquellos que hicieron la guerra contra el Anciano de los Días! -Sacudió la cabeza-. No creo que les tengas miedo. No creo que seas un iluso. Durante la guerra, ansiabas abatir a cualquier demonio que se pusiera al alcance de tu guadaña. ¿Qué ha cambiado?
--Fui arrojado al Infierno por combatir sin mostrar piedad -dijo Usiel-. Quizás ahora y solo ahora, me estoy dando cuenta de ello.