viernes, 29 de noviembre de 2013

La Marca del Guerrero II


Ok, ok, las cosas han ido muy despacio desde Junio de 2012, cuando anunciaba "La Marca del Guerrero", el que iba a ser el primer libro publicado de TF Famux ("Tu mundo es mas real", etc).

Ha pasado mas de un año. En Noviembre de 2012, hace ahora un año, se formalizaba el contrato con Alberto Santos. Ahora, tras retrasos (siempre retrasos, siempre problemas, por el camino se han caído las ilustraciones del libro) ya llega la preventa que estará vigente hasta el 15 de Diciembre. Las ventajas de la preventa son;
  • Primicia: Te llega antes que las tiendas (Diciembre).
  • Precio especial: 14€, en librerías costará 17,50€ (490 pags)
  • Envio a casa: Sin gastos de envío
  • Dedicatoria personal si indicas tu nombre.
Leer más...En la web del libro (lamarcadelguerrero.com) se puede realizar la precompra, y ojear el resto de cosas sobre la ambientación del libro, relatos que explican algunas cosas del escenario, acceso privado para compradores, y tal.Recordad que también teneis un booktrailer. También se espera que salga el libro en E-Pub, aproximadamente por 3 euros o una cosa así (nada de "un poco mas barato y luego al 50%" como pasa con manuales de rol). Esto se está moviendo todavía.

¿A mas-que-largo plazo? El juego de rol, naturalmente, que puede salir gratuito, o a precio de calderilla en PDF (como el E-pub o así, no calderilla de esa que al final son 15 euros, a ver como sale la cosa al final).



miércoles, 27 de noviembre de 2013

Crimen Sollicitacionis


“Si un sacerdote es acusado de solicitar sexo de parte de alguien que está tratando de dar su confesión, o si un sacerdote mantiene relaciones sexuales con otro hombre o con jóvenes de ambos sexos o animales brutos, el caso debe tratarse de la manera más secreta posible y la instrucción de los casos debe ser diligentemente almacenada en los archivos secretos de la curia bajo el rótulo de estrictamente confidencial, sin posibilidad de ser publicada ni tampoco podrán añadirse comentarios”. 

“La divulgación por parte del clero o de los denunciantes se considera merecedora de pena de excomunión”.

Este edicto fue promulgado el 16 de marzo de 1962 por el papa de la época, Juan XXIII. El documento se llamó “Crimen Sollicitacionis” y fue dirigido a todos los obispos del mundo. Muchos años después, el Prefecto del Santo Oficio y jefe de la así llamada “Congregación de la Fe”, bajo el pontificado de Juan Pablo II, ordena ocultar todos los casos de pederastia dentro de la iglesia; insta el traslado de los curas acusados de abusos sexuales a diferentes diócesis; cuando sea posible, se deberá llegar a acuerdos económicos con las víctimas de abusos y en los casos más extremos, se concederá refugio al abusador en el interior de la nación vaticana.

Leer más...El Prefecto además ordena que todos los nuevos casos de abusos sexuales que ocurran en cualquier parte del planeta, sean inmediatamente remitidos a sus oficinas para así tomar la mejor decisión sobre cómo proceder, cuidando por supuesto la integridad y buen nombre de la iglesia, pero nunca la integridad de las víctimas. El periódico The Observer publicó una carta firmada por este prefecto y enviada a todos los obispos católicos, en la cual pedía que los casos de abusos sexuales fueran llevados en secreto. El prefecto era Joseph Ratzinger, futuro Benedicto XVI.

Por su parte la BBC emite un documental llamado “Abusos sexuales y el Vaticano” denunciando nuevamente, entre muchas otras infamias, el deseo de ocultar a la opinión publica los abusos sexuales perpetrados por los sacerdotes.



lunes, 25 de noviembre de 2013

Los secretos de Fátima


Siempre según la tradición, en Fátima la Virgen María se apareció 6 veces a tres niños pastores (Lucía dos Santos, y sus primos Jacinta y Francisco Marto) en 1917, después de que un angel se les apareciese tres veces durante 1916 para prepararles mediante la oración para recibir a la Virgen.
Los niños sufrieron un cambio notorio en su fé, comenzando a practicar penitencia y mortificación.
Los pastorcillos no comentaron sobre las apariciones del ángel, pero tras la aparición de la Virgen, comentaron su experiencia en el pueblo, encontrando cierta incredulidad, que con el tiempo fue desapareciendo.

Leer más...Las apariciones

La primera aparición reveló a los pastorcillos que volvería el día 13 de los siguientes meses.
En la segunda aparición, les anunció la pronta muerte de Jacinta y Francisco (de 6 y 9 años entonces, y que se cumplió, ya que murieron por gripe 3 y 2 años mas tarde).
En la tercera manifestación (13 de Julio de 1917) fue cuando la aparición reveló teóricamente el Secreto de Fátima (Los niños fueron secuestrados por mandato del alcalde de Vila Nova de Ourém y sometidos a castigos físicos con el objetivo de que revelaran el contenido de ese mensaje).

En las siguientes días 13 (aunque en Agosto la aparición sucedió el día 19), los pastorcillos fueron seguidos por miles de personas, recibiendo la última supuesta visita de la Virgen ante unos 70.000 espectadores, en el que dio en llamarse como “Baile del Sol”. Con tantos testigos, todavía se razonan los testimonios de quienes dijeron percibir diferentes efectos, y de quienes dijeron no percibir nada. Una argumentación frecuente son las ilusiones luminosas sufridas por mirar al sol tras tiempo, en conjunción con la presión social autoinducida. A su vez, otras teoría salen al paso de esta, como que en anteriores avistamientos, cantidades menores de testigos dijeron haber visto otros efectos ópticos no relacionados con mirar al sol, como lluvia de pétalos sobre la encina que identificaban los pastorcillos. Incluso se duda de si los presentes miraban al sol, habiendo motivos para pensar que miraban a la encina.

Además del "Baile del Sol", los niños de Fátima dijeron que la aparición profetizó “una gran señal en el cielo nocturno, que precedería a una gran guerra”. El 25 de enero de 1938 (21 años después, conviene ubicar) las luces brillantes de una aurora boreal aparecieron en todo el hemisferio norte. Fue el suceso más sorprendente de auroras boreales desde 1709. Lucía, la única pastorcilla con vida, dijo  a su superior, y al obispo por carta al día siguiente, que era el signo anunciado. Un mes después, Hitler tomó Austria, y ocho meses mas tarde Checoslovaquia.

El tercer secreto

Este llamado “Secreto de Fátima” se mantuvo en secreto por la Iglesia, considerando que constaba de tres partes, dos de las cuales se divulgaron en 1941 (una adulta sor Lucía, única superviviente de los pastorcillos recibió permiso para revelar las dos primeras partes) y la última en 2000 (Angelo Sodano anunció en Fátima que sería revelado pronto, y Juan Pablo II lo leyó el 26 de Junio de 2000).

Hoy en día, las palabras de este mensaje (dividido en 3 partes) pueden ser localizadas sin ningún problema, en traducciones mas o menos acertadas a cualquier idioma, pero quedan todavía voces que dicen que un cuarto secreto de Fátima se mantiene sin revelar. ¿Podría ser esto cierto?

El tercer secreto no fue escrito. Por esa razón, cuando Sor Lucía cayó gravemente enferma en 1943, el obispo de Leiria-Fátima le pidió que lo redactara para que, en caso de fallecimiento, no se perdieran las palabras de la Virgen. Sor Lucía le exigió que se lo ordenara y así lo hizo. No obstante, hasta el 2 de enero de 1944 (y tras una supuesta aparición de la Virgen María que confirmó a la monja que ésa era también su voluntad), Sor Lucía no obedeció la orden del obispo.
Una vez puesto por escrito y guardado en un sobre lacrado, fue entregado al obispo Ferreira, quien, a su vez, se lo dio en mano al Obispo de Leiria-Fátima, en cuyo poder permaneció hasta 1957. En esa fecha, Venancio, obispo auxiliar de Leiria-Fátima se lo entrego al nuncio apostólico en Lisboa para su envío al Vaticano.
Sin embargo, Venancio, según declaró más tarde, había examinado al trasluz el sobre y pudo distinguir que dentro del sobre grande del obispo había uno más pequeño de Sor Lucía. Y dentro de este sobre había una hoja de papel ordinaria con márgenes de cada lado de tres cuartos de centímetro. Es por el Obispo Venancio que sabemos que el Secreto final se escribió sobre una pequeña hoja de papel que  tiene de 25 a 30 líneas.

Siguiendo la peripecia del sobre lacrado, éste llegó el 16 de abril de 1957 al Vaticano, dónde el Papa Pío XII lo guardó sin leer, ya que Sor Lucía había insistido en que la Virgen, en una nueva aparición, le había pedido que permaneciera secreto hasta su muerte (la de Sor Lucía) o, en cualquier caso, hasta 1960, año en el año que se debería hacer público su contenido, porque entonces "sería mejor entendido".

En 1959, Juan XXIII abrió el sobre y leyó su contenido, que le fue traducido por Paulo José Tavárez (trabajaba en la Secretaría de Estado, fue después obispo de Macao). Acabada la lectura, el Papa dictó una nota a su secretario Capovilla para incluir en el sobre que contenía el secreto, y ordeno que le fuera comunicado al cardenal Ottaviani, prefecto de la Santa Sede.
El 8 de febrero de 1960, la Santa Sede hizo público un comunicado en el que afirmaba que no pensaba divulgar el contenido del secreto y añade: "Aunque la Iglesia reconoce las apariciones de Fátima, no tiene el deseo de asumir la responsabilidad de garantizar la veracidad de las palabras que los tres pastorcitos dijeron que la Virgen María les había dirigido".

Antes de rezar por nuestro alma, conviene recordar que no es la primera vez que la Virgen ejerce supuestamente de profetisa. Ya en La Salette en 1846 la Virgen comunicó a los niños Melania y Massimino que "en el año 1864 Lucifer será liberado de sus ataduras en el infierno junto a un gran número de demonios y éstos abolirán la fe... Será en ese tiempo cuando nacerá el Anticristo".

El sobre con el secreto se lo llevó el Papa de Castelgandolfo al Vaticano, y lo tuvo, dice Capovilla, "sobre la mesa de su escritorio hasta su muerte, el 3 de junio de 1963". A partir de entonces no se ha sabido nada oficialmente de aquel sobre. Parece ser que Pablo VI sí lo leyó. Juan Pablo II también se sabe que lo hizo.

Sin embargo, en 1963 hubo una presunta filtración y el supuesto tercer secreto fue divulgado por el periódico católico alemán “Neues Europa” el 15 de octubre de 1963.
Esta redacción es otra versión diferente a la oficial divulgada por el Vaticano, y un alegato muy claro contra la carrera nuclear. Quizas un alegato demasiado claro para ser voz de la Virgen. Apela además al mensaje ya dado en La Salette (Es necesario apuntar que apela a un mensaje fallido, pues citaba 1864 como año de nacimiento del Anticristo) dando una especie de continuidad al discurso de la supuesta Virgen.
Este texto se llegó a conocer, según el periódico, a través de una indiscreción diplomática, ya que según el periódico, el documento habría sido enviado por el Vaticano a los diplomáticos de USA,  URSS. e Inglaterra, considerando que el conocimiento de éste mensaje era necesario para el cese de los experimentos nucleares.

En 1965, a pedido de una dama de la orden de San Vincenzo, fue publicado por el semanal “El Burgués” del 9 de septiembre, y sucesivamente también “El Heraldo de San Antonio” lo publicó el 15 de Mayo de 1975. La autenticidad de éste mensaje no fue nunca desmentida por el Vaticano, siendo esto para algunos un punto poderoso sobre su veracidad, pero lo cierto es que el Vaticano no es conocido por realizar desmentidos ni ser rico en declaraciones. 

El cuarto secreto

Sobre la existencia de un cuarto secreto (otra redacción, o una parte no publicada del tercero) las dudas mas razonables (con independencia del valor que tenga o no tenga este cuarto texto) las han sentado Antonio Socci y Solideo Paolini, trabajando independientemente y en diferentes momentos.

Solideo Pasolini preguntó a Capovilla (ya retirado) el 5 de julio de 2006 “Dado que Ud. es una fuente de información de primer nivel”, dijo Paolini, “me gustaría preguntarle algunas cosas”, particularmente sobre el Tercer Secreto.
El Arzobispo Capovilla respondió inicialmente: “No, realmente, para evitar malos entendidos, y dado que ya ha sido oficialmente revelado, yo adhiero a lo que se ha dicho. Aunque yo supiera más sobre esto, debemos atenernos a lo que se ha dicho en documentos oficiales”.
El Arzobispo en este punto de la conversación sonrió y dijo: “Por favor, escríbame sus preguntas y yo las responderé”. Dijo que buscaría entre sus papeles, si es que todavía conservaba alguno, puesto que ya había donado prácticamente todo a un museo. Tres días más tarde, Paolini remitió por correo electrónico una lista de preguntas al Arzobispo Capovilla. El 18 de julio, Paolini recibió un paquete de su parte en el que estaban las respuestas y algunos papeles de sus archivos.
Paolini escribe, “A lo referente a mis preguntas sobre la existencia de un texto no publicado del Tercer Secreto, que no habría sido aún revelado, cuya existencia es altamente probable debido a una masiva cantidad de pistas, Mons. Capovilla (que, como se sabe, leyó el Tercer Secreto) escribió literalmente, No sé nada”.
Esta expresión, en opinión de Paolini, fue “una irónica alusión a cierta ‘omertá siciliana’… una especie de ley mafiosa de silencio”.

El paquete enviado por Capovilla contenía algunos papeles oficiales y un tarjetón autografiado en el que se lee como sigue:

“14 de julio de 2006

Estimado Solideo Pasolini,
Le estoy enviando algunos papeles de mi archivo. Le sugiero que compre el librito sobre el Mensaje de Fátima publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el año 2000.
 

Con mis bendiciones
Loris Capovilla”.

Comparando el folleto publicado por el Vaticano con los documentos de los archivos enviados por el secretario de Juan XXIII”, aparece inmediatamente una contradicción muy significativa en las ‘notas reservadas’ a los ojos del investigador. Con el sello de autenticidad bien impreso sobre el papel queda certificado que el Papa Pablo VI leyó el Secreto la tarde del 27 de junio de 1963, mientras que el documento oficial del Vaticano afirma que Pablo VI leyó el contenido el 27 de marzo de 1965 y envió el sobre al los archivos del Santo Oficio, después de decidir que no se publicaría el texto.

Paolini telefoneó inmediatamente al Arzobispo Capovilla para pedir una explicación de esta contradicción de fechas. Capovilla, un poco evasivo al principio, respondió con frases como “no estamos hablando de las Escrituras”. A lo cual Paolini respondió inmediatamente, “Si, Excelencia, pero mi referencia es un texto oficial escrito (el documento oficial del Vaticano), ¡que es claro y se basa en otro documento de archivo!" Mons. Capovilla respondió, “Bien, puede ser que el paquete Bertone [documento divulgado el 26 de junio de 2000] no sea el mismo que el paquete Capovilla…
En este punto Paolini aventuró la pregunta del millón: “¿Entonces ambas fechas son correctas porque hay dos textos del Tercer Secreto? Después de una breve pausa, el Arzobispo Capovila respondió “¡eso es exactamente!”.

Socci puso a prueba su teoría consultando a Mariagrazia Russo, una experta en lengua portuguesa, que realizó un preciso análisis del Secreto publicado por el Vaticano el año 2000. Russo no sólo concluyó que hay muchas imprecisiones en la traducción oficial del Vaticano de las cuatro páginas de texto portugués de Sor Lucía (lo cual es curioso en un documento vaticano de tal importancia), sino que no se encuentran expresiones dialectales o regionales. Esto sólo puede significar que lo que el Vaticano reveló es diferente del texto leído por Juan XXIII que contenía expresiones dialectales por lo cual requirió de un asistente portugués como Paulo José Tavárez.
Además, esto nos lleva a que las supuestas 4 páginas leídas por el Vaticano no parecen coincidir con el conteo de 25 o 30 lineas leídas al trasluz por Venancio, obispo auxiliar de Leiria-Fátima, en 1957.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Putas en el Vaticano

Pornocracia (880 a 1046)
Hubo un tiempo en el que todo lo que rodeaba a los papas estaba envuelto en guerras, traiciones, muertes y ambiciones. Una época en la que los papados eran relativamente cortos y difícilmente se podía encontrar a algún pontífice que superase los dos o tres años en el cargo.

Incluso un ermitaño llegó a ser nombrado papa (Celestino V) y, tras un cortísimo tiempo calzando las ‘sandalias del pescador’ decidió renunciar al cargo y volver a vivir en la cueva de donde había salido, para finalmente ser traicionado y asesinado por su sucesor.

Leer más...Odio, traiciones, venganzas y mucho sexo desmedido ha rodeado durante siglos todo lo que estaba relacionado con los pontífices y todos los oscuros personajes que los acompañaban.

Un periodo que fue bautizado como ‘saeculum obscurum’ (edad oscura) y en el que en poco más de 150 años (del 880 al 1046) desfilaron por el ‘trono de San Pedro’ un total de 48 papas.
Sobre todo el periodo correspondiente a los siglos IX y X, rebautizado años más tarde como ‘pornocracia’, fue uno de los más oscuros y en el que más se desmadró todo lo relacionado con la curia romana y la prostitución.

Unos años en los que los papas no eran escogidos en un cónclave, como siglos después se instauró, sino que se compraba y vendía ese puesto al antojo de dos cortesanas que fueron las que manejaron todos los asuntos de cama y salón.
La senadora Teodora fue amante, madre, abuela y mentora de un buen número de papas, lo mismo que su hija Marozia, quienes entre las dos hicieron y deshicieron en los entresijos del Vaticano, existiendo algunas crónicas que describen la época y el lugar como el ‘Reinado de las prostitutas’.

El obispo Liutprando de Cremona dejó una descripción muy gráfica de lo que aconteció durante aquellos años de pornocracia, relatando con todo lujo de detalles cómo eran las fiestas (y orgías) que se organizaban en el Vaticano, a las que asistían desvergonzadas prostitutas que bailaban y deleitaban a los presentes, para finalmente yacer con todos ellos.
También explica como todos los obispos de la ciudad de Roma estaban casados y sus esposas se confeccionaban sus ropas con las sedas de las vestiduras sagradas.
De Teodora cuenta cómo sedujo a un joven sacerdote, del que se encapricho locamente, mandó nombrar Arzobispo de Roma y tras un corto periodo en el cargo nombrarlo papa bajo el nombre de Juan X.
El poder de Marozia, según las crónicas, fue aún mayor que el de su madre. Algunas fuentes se atreven a afirmar que ésta no era hija del cónsul y senador romano Teofilacto I, casado con Teodora, sino que nació de la relación extraconyugal con Juan X.
Por el lecho de la joven Mazoria también pasaron algunos papas o candidatos al puesto, siendo uno de los más destacados Sergio III, con el que tuvo un hijo que fue también nombrado papa con el nombre de Juan XI (el séptimo del periodo de la pornocracia).

La leyenda de la Papisa Juana
Todos estos personajes estuvieron envueltos en escándalos sexuales, asesinatos y todo tipo de conjuras según les iba conviniendo y al son de lo que dictaban las dos cortesanas que realmente gobernaban en el Vaticano: Teodora y Marozia.

Cabe destacar que muchas son las fuentes que indican que la leyenda de la Papisa Juana se creó a raíz de estos pérfidos y ambiciosos personajes quienes influyeron en la elección, sustitución y muerte de un gran número de pontífices.

Existió un tipo de asiento papal conocido como 'sedia stercoraria', el cual dispone de un agujero en el centro del mismo. Según numerosos escritos éste se utilizaba una vez elegido nuevo Papa tras el cónclave y su función era para determinar, mediante el palpado testicular por parte de un joven diácono, si el recién escogido nuevo pontífice era varón.
Una vez comprobada la masculinidad del Papa, el encargado de realizar dicha tarea debía decir "testiculos habet" (tiene testículos) o "habet duos testiculos et bene pendentes" (tiene dos testículos y cuelgan bien). Dicho esto comenzaba toda la liturgia de coronación del nuevo Sumo Pontífice.
Mucha es la literatura, documentación e ilustraciones que existe sobre este extraño proceder para verificar si el recién escogido Papa disponía de atributos masculinos, aunque la Iglesia Católica nunca ha confirmado oficialmente que se realizase tal ritual.

¿Por que se hacia esto? Versiones apuntan a la leyenda o no leyenda de la Papisa Juana.
Todo parece indicar, según numerosas leyendas, que en el siglo IX se produjo el caso de que una mujer de origen inglés (algunas fuentes indican que era germana) consiguió hacerse pasar por hombre y llegar a ser nombrada Papa de Roma y con los años ser conocida como la Papisa Juana.

No existe documentación oficial que pueda verificar que la historia llegase a ocurrir realmente y, evidentemente, la Iglesia lo niega. Según esta leyenda, durante el transcurso de una procesión del Corpus Christi cuyo recorrido iba desde la Plaza de San Pedro hasta San Juan de Letrán. En un momento del recorrido el Papa se llevó las manos a su abdomen y comenzó a retorcerse de dolor, cayendo al suelo y apareciendo de su entrepierna un recién nacido. Ante el asombro de todos los presentes comenzó a producirse una algarabía que acabo con un grupo de ciudadanos gritando por la ofensa a Dios cometida por la mujer Papa, acabando con su vida y la del bebé a base de golpearles con palos y lanzamientos de piedras.

Aunque hay numerosos escritos sobre esto, ninguno precisa fechas concretas, habiendo bailes de fechas que lo sitúan dos décadas arriba o abajo (entre el 855 y 872). Tampoco podemos encontrar su nombre Papal, aunque con Juan VII está la hipótesis de que la historia se inventase para desprestigiarle, debido a su actitud benevolente con otras iglesias, sobre todo la proveniente de Oriente. Esto provocó que fuese tachado de poco varonil y podría acabar desembocando en que se le llamase en algún momento Papisa Juana en lugar de Papa Juan.


martes, 19 de noviembre de 2013

Las finanzas de la iglesia

jueves, 14 de noviembre de 2013

Imágenes XXXVIII




viernes, 8 de noviembre de 2013

CBJdR: Por que coño me he comprado esto


El carrusel rolero de Noviembre lo hospeda Las cosas de Crom, y trata sobre esas putas mierdas que a uno le hacen preguntarse por que cojones se las ha comprado. 

Pero sucede que yo no soy mucho de esto, por que yo soy bastante selecto a la hora de comprar, y mas o menos ya sé que estoy comprando antes de hacerlo, por lo que es raro que me entre algo que no me esperaba.

Leer más...De hecho, grandes mierdas como Oráculo, uno puede en justicia responderse a por qué cojones se lo ha comprado, quizás con sencillez; por que no sabía lo que compraba.

No sabías lo que comprabas, te lo compraste, luego sientes que has tirado tu dinero, y es una putada, pero no es que disfrutes tirando tu dinero, ni nada de eso. Simplemente, no lo sabías.

Gracias a dios no las compré, por lo que digo, por informarme antes de lo que voy a comprar, pero voy a citar brevemente lo que me parece que pueden ser dos de las mayores mierdas que conozco.

Ok, Oráculo podría ser quizás la primera o la segunda, sé que estas no van a estar a la altura, pero es que a Oráculo ya se le ha machacado todo lo machacable, hasta el punto que pocos si acaso algún rolero le salvará algo de la quema, hasta el punto que se le reconoce como parangón de la mierda, y hasta el punto de que al autor no se lo adjudican entre sus obras,  ni él va por la red diciendo que es suyo.
Debe ser duro ser el padre de esto y ver todo este consenso sobre su nula calidad.  No es que te lo critiquen, publicar implica ser criticado, lo de Oráculo es otra puta escala.

Si algo está al nivel de Oráculo, sería Satarichi, pero es que por Satarichi ni me he interesado. Es sintoma de sabiduria cuando algo es tán claro, y ya vas teniendo una escasez de tiempo, dejarlo fluir y no molestarte con mierdas solo por el morbo. Así que del infame, solo citarle.


Por mi parte las dos grandes cagadas que vienen a mi cabeza son la infame "Autopsia" de Three Fourteen Games, y el poco menos infame "Refugios" suplemento para Vampiro: La Mascarada, por fortuna poco conocido.

Autopsia casi casi me entra en el fraude, por que en la publicidad engañosa si que me entra, solo alerta sobre esta publicación su precio irrisorio que ya te hace sospechar de que algo pasa por ese precio tan barato. Está claro que no vas a comprar una guia para rolear forenses en ctulhu, pero creo que en justicia uno espera algo mas que... putas plantillas para atrezzo. A esto ya le dedique una entrada en su año que podeis leer siguiendo su link en el parrafo anterior.

La segunda joya de la corona es un suplemento de Vampiro: La Mascarada, malo, malo, pero malo como él solo. Malo por vacio. La Exopedia te puede gustar o no gustar, pero tiene contenido, te cuenta algo. Esto eran 15 putos ejemplos de refugios. Pagar para tener 15 descripciones enlatadas. Quizás haya roleros (supongo que los habrá) que les parezca bien pagar por estas ayudas de juego, que te ahorran el pensar descripciones y tal, pero a mi pagar por eso (como pagar por módulos) no me convence.
En Vampiro podemos hablar de suplementos poco acordes a contenido, poco queridos, o polémicos, o como queramos llamarlos (por ejemplo, el turbios secretos de la mano negra, o Combate), podemos hablar de muchas cosas, pero esto es un suplementos sacacuartos en estado puro. Rellenar unos folios, y vendertelos.
100 folios de relleno, que se usaban para describir 15 refugios absolutamente corrientes, descripciones pregeneradas, mientras en la contraprtada te hablaban de "un nuevo trasfondo" (Refugio) que solo existía para hacer de reclamo pudiendo anunciarlo en la contraportada y que comprases el suplemento pensando que traía algo tan interesante como un trasfondo (para algo tan importante como refugios), y que luego descubrías que era pura mierda; en vez de medir tu(s) refugio(s) por tu trasfondo recursos, pasaba a medirse directamente por el trasfondo Refugio. Y ya. Sin una puta regla de "tira Ast+Seguridad contra 3 + el trasfondo para violarlo" ni nada que se le parezca de lejos. Puro aire. Veintital pavos creo que costaba la broma

¿A gusto?
Yo sí, que por suerte me informe de lo que había y no compré ninguno de los dos. El mes que viene, volvemos a leernos siendo el RdD el anfitrion del carrusel.


jueves, 7 de noviembre de 2013

Dia sexto - Dictadura bancaria

martes, 5 de noviembre de 2013

El reno Renardo - Violenta Revolución

lunes, 4 de noviembre de 2013

Acusando a las brujas


Aunque la Inquisición española tiene ganada fama sobre la quema de brujas, la verdad es que no fue para tanto, que ya tenía bastante la Suprema con perseguir herejes y guardar la moral para preocuparse de cuatro viejas y sus maleficios. El auténtico motivo de la persecución de la bruja es por ser remanente de creencias paganas, ya que podía apartar a los buenos cristianos de la fe verdadera y entregarlos a cultos idólatras o demoníacos; por ello en España, de las 125.000 acusadas de brujería, sólo se terminó ajusticiando a 59 (o al menos eso es lo que comentan los escritos), mientras en Alemania el número se elevaba a 25.000 ajusticiadas, ya que el problema era tan grave (al fin y al cabo en sus fronteras se encontraba la cuna de la civilización celta), que hasta los tribunales civiles podían juzgar cuestiones de brujería.

Leer más...En nuestro país, la persecución de la bruja se hacía si había maleficios de por medio o si el diablo asomaba. Así, aunque Dios prohibía el uso de hechizos, la sociedad hacía un poco la vista gorda, permitiendo aquellas prácticas menores (como el quitar el mal de ojo que hacían hechiceras y desaojeadoras) e incluso permitiendo otras como la actuación de salutadores (con su correspondiente licencia para actuar “legalmente”).
En los tiempos de la Inquisición, algunos ejemplos de las penas y/o multas impuestas son las siguientes (destacando que aquellas prácticas más maléficas, en que la muerte o el diablo andasen de por medio, bien podían ser castigadas con la hoguera):

  • Astrología: 5000 maravedíes. 
  • Curanderismo: dos misas y trescientos maravedíes. 
  • Santiguar con ensalmos: una misa y multa de dos ducados. 
  • Encomendar el ganado: una misa y un ducado. 
  • Saludar (salutadores): no se castigaba, a no ser que se realizasen otras actividades. 
  • Falsificar licencia del Santo Oficio para la práctica de la salutación: cien azotes y ocho años de destierro. 
  • Adivinación: Vergüenza pública y destierro de diez años. a Hechicería: tormento, cien azotes y destierro de seis años. 
  • Superstición: dos años de destierro. 
  • Blasfemia y supersticiones: doscientos azotes y cuatro años de galeras. 
  • Invocar al demonio: tres mil maravedíes. 
  • Pacto con el demonio: doscientos azotes y destierro de cuatro años.
En la Edad Media las penas podían ser muy dispares según el delito y el capricho de la justicia, y podían ir desde varias noches en el cepo a una serie de azotes, destierro por un número determinado de años (con o sin la tradicional expulsión del pueblo empapada en brea y plumas) o muerte en la hoguera. El proceso contra la bruja comenzaba con la acusación, normalmente por la denuncia de uno de los vecinos del lugar, o a causa de la confesión de otra bruja.

Uno se puede preguntar cómo es posible que una persona sepa que otra es bruja, aunque lo normal es que, a no ser que se tratase de bruja de fama, la envidia, la mala fe o la simple paranoia andase por medio; la denuncia de que alguien era bruja siempre iba a acompañada de un “Fulanita es bruja y me ha lanzado un maleficio”. De todas formas, el conocimiento popular puede ayudar, pues hay señales que las delatan:
  • Alguna malformación fruto de sus tratos con el diablo (tener un ojo de distinto color, un ojo o mano de gato, una pezuña en vez de pie). 
  • No tener sombra (esta señal es influencia de la leyenda del Marqués de Villena). 
  • El fuego se torna de un color azulado delante de ellas. 
  • El vino se convierte en vinagre o la leche se corta. 
  • Los niños pequeños, inocentes ellos, detectan su maldad llorando en su presencia. 
  • Si al mirar a sus ojos se ven como unas patas de sapo, seguro que es bruja (su marca del diablo). 
  • Si sus cejas, independientemente del color de su pelo, tienen un color azafrán. 
  • Si estando encendidas velas a las ánimas del Purgatorio, entra una mujer y se apagan, es señal que es bruja. 
  • La que no se santigüe ante las cruces de los caminos, bruja es.
  • Si un gato no se deja poner un lazo rojo, seguro que es una bruja transformada. 
Una vez identificada y llevada ante la justicia, la bruja es interrogada.
Este proceso se divide en tres partes: el interrogatorio comienza con las preguntas de rigor sobre el tema tratado. Si las respuesta no convencen al interrogador o el reo no contesta, o dice no saber nada del tema, el interrogador repite las preguntas, esta vez haciendo pasar al torturador y explicándole todos los tormentos a los que será sometido si no coopera.
Si aun así sigue sin “cooperar” (sin decir la verdad, lo que significa que dice cosas tales como “que es inocente”), se procede a la tortura del reo.
Teóricamente las sesiones de tortura en busca de la confesión sólo se podían repetir tres veces, aunque era práctica normal el ignorar tal limite. Aparte de la tortura, se podían buscar pruebas sobre la culpabilidad de la bruja.

Una prueba común era la búsqueda de la marca del diablo, la marca que éste imponía a la bruja para presentarla como su servidora y que solía tener forma de lunar o mancha en la piel, con forma diabólica o de animal impío. Como al pinchar tal marca ni sangraba ni dolía, el torturador procedía a pinchar todo lunar o mancha que el reo tuviese en el cuerpo, para dolor y tormento del mismo. Si no había éxito, rasuraba el pelo de todo el cuerpo en busca de la marca, o se examinaba bajo la lengua o en las pupilas de los ojos. El lector se puede preguntar si el método era efectivo, pero, tras una buena sesión de tormento y pinchazos, la víctima podía caer en la inconsciencia, rendida a tanto dolor y sufrimiento, y al ser pinchada en un determinado lunar no responder al dolor por puro agotamiento, con lo que el examinador daba por terminada su búsqueda al creer haber encontrado la marca.
Otras pruebas de brujería, según nos cuenta el jesuita germano Peter Binsfeld en su Commentarius de Maleficios:
  • Tener la marca del diablo, normalmente un lunar o marca de nacimiento, aunque existían casos en que tal marca no eran visible (y lo más curioso eran aquellas gentes que decían encontrar la invisible marca). 
  • El encontrar el pacto diabólico firmado por el mismo demonio. a Ser denunciada por otra bruja (revelar los nombres del resto del aquelarre era un buen modo de evitar la pena de muerte).
  • Estar relacionada con otros brujos o brujas convictas. 
  • Haber cometido blasfemia. 
  • Haber participado en aquelarres. 
  • Haber hecho un daño a alguien que sólo podía haberse inflingido mediante el uso de la brujería.
  • Estar en posesión de herramientas o componentes para la práctica de la magia negra. 
  • Haber una o más brujas en la familia. 
  • Mostrar miedo durante los interrogatorios. 
  • No llorar o gritar durante los interrogatorios (esto se suponía que por la ayuda que el diablo le brindaba para soportar el tormento). 
  • Haber tenido relaciones con un demonio. 
Otras pruebas para determinar si la víctima era bruja eran las denominadas ordalías. Tales juicios eran herencia de los “juicios de Dios” de la Edad Media, cuando un asunto de máxima importancia debía ser decidido sin la más mínima duda. En ese caso se elegía un campeón por cada una de las opiniones que se enfrentaban en duelo, siendo Dios el único árbitro de la contienda y quien decidiría darle la victoria a aquel que tuviese la razón.

Derivados de éstos, aparecieron los llamados “juicios o pruebas de brujas”: pruebas a las que someter a las sospechosas de brujería para determinar si realmente lo eran. Cabe comentar que tales pruebas no se practicaban en los tiempos de la Inquisición, ya que se veía el método de la confesión (y el tormento) como método más civilizado y avanzado que los “juicios”. Algunos de estos juicios o pruebas eran los siguientes:
  • Judicium aquae ferventis, o prueba del agua caliente, en la que el acusado debía sacar un objeto (una pequeña piedra o anillo) de un caldero de agua hirviendo, sin quemarse, para demostrar su inocencia. Esta prueba también fue conocida como pena caldedaria o prueba caldaria. 
  • Judicium aquae frigidae, o prueba del agua fría, en la que el acusado, atado de pies y manos, era arrojado a un río o estanque. Si se hundía era buen cristiano y si flotaba significa que era bruja (algunos autores indican que porque el diablo las sostenía desde abajo para que no se ahogasen y otros que porque las brujas apenas pesaban y gracias a ello flotaban y podían volar). Este juicio también se hacía en virtud de las palabras de San Dunstan, santo inglés del siglo décimo: “No dejéis que las aguas reciban el cuerpo de aquel que liberado del peso de su bondad, es izado por los vientos de la inequidad”. 
  • Judicium ferro (o ferri candentis), o prueba del hierro candente, en la que el acusado debían andar sobre media docena o una docena completa de barras de hierro al rojo, sin quemarse. Variante de este juicio es la prueba del hierro al rojo: se obligaba al acusado a sujetar un hierro al rojo durante nueve pasos, tras los cuales se sellaba la mano en un saco que no se abriría hasta pasado sus tres días y tres noches. Si la mano aparecía sin daños, era inocente. Esta variante dio lugar a un proverbio francés que dice “no metáis la mano en el fuego”. 
  • La prueba de la aguja, en la que se usaba una aguja para buscar la marca del diablo. Se siguió usando aún en tiempos de la Inquisición. 
  • La prueba de la cruz, en la que el acusado se ponía delante del altar con el cuerpo en forma de cruz, como si estuviese crucificado, y a continuación se le leía la misa, salmos o pasajes de la pasión de Cristo. Si el acusado se movía, demostraba su culpabilidad. 
  • La prueba del peso o la balanza, en la que se pesaba a la bruja, la cual para serlo no podía pesar más de diez o doce libras, pues era sabido que debían poder flotar y volar. El citado peso no era medida arbitraría sino que se tomaba de la creencia popular de que para volar y flotar no podían pesar más que un ganso. Variante es en la que se usa como pesos una o varias biblias. El juicio del agua era más certero que este.
  • La prueba de las lágrimas, pues se pensaba que las brujas no podían llorar. Esta prueba podía ser contradictoria según algunos teólogos, como Peter Binsfeld.
Tras la confesión y búsqueda de pruebas, se procedía a dictar sentencia y a imponer la condena, que, como se ha visto, según la época, la zona, los delitos y, por qué no decirlo, los “clientes” o amigos poderosos (que se lo digan al célebre cura de Bargota que se libró de la hoguera por la intersección de su amigo el Papa) de la acusada, podían variar.