sábado, 29 de junio de 2013
Llamas, azufre y buena música; Demonios y juegos de rol (VI)
DEMONIO: LA CAÍDA
Siguiendo la tónica de convertir a las criaturas sobrenaturales en protagonistas de sus líneas de juego del Mundo de Tinieblas, en noviembre del año 2002 White Wolf presentó Demonio: la Caída, creado por el equipo de William Brinkman, David Carroll, Steve Kenson, Michael Lee, Joshua Mosqueira-Asheim, Patrick O’Duffy, Lucien Soulban y Adam Tinworth.
Leer más...En esta ocasión los personajes jugadores interpretan a ángeles caídos, arrojados al abismo tras rebelarse contra Dios. Según la trama de Demonio: la Caída en el principio de los tiempos Dios creó siete Casas de ángeles para que le ayudaran a crear el mundo y los seres que lo habitaban. Sin embargo, un grupo de ángeles intervino sin su permiso cuando un ángel llamado Ahrimal predijo un desastre y Dios no parecía estar dispuesto a evitarlo. El ángel Lucifer se convirtió en el líder de los rebeldes que querían actuar.
Los Caídos contravinieron la prohibición de Dios y se presentaron a la humanidad, ofreciéndoles la luz del conocimiento y la consciencia. De esta forma provocaron la ira de Dios, que había prohibido la intervención directa de los ángeles con los humanos. Cada Casa de los rebeldes fue maldecida, el mundo cambió, y la humanidad fue condenada a morir.
Durante un tiempo los ángeles caídos guiaron libremente a la humanidad, pero entonces ocurrió un hecho que los ángeles no habían previsto: Caín mató a Abel y con este acto los ángeles caídos aprendieron a matar de forma definitiva y deliberada y se corrompieron. Lucifer intentó mantener el control de los rebeldes durante la Era de Babel, derrotando a los líderes corruptos y tratando de llevar a la humanidad a la iluminación y el desarrollo de su potencial, pero finalmente sus esfuerzos no sirvieron de nada. Dios y los ángeles leales derrotaron a los Caídos y los arrojaron al Abismo como castigo.
Los Caídos permanecieron encerrados durante eras hasta que en el año 1999 el estallido del Sexto Maelstrom, que devastó el inframundo en el que habitan las almas sin reposo, provocó la ruptura de las puertas del infierno, y los espíritus de los Caídos consiguieron escapar. Sin embargo, el mundo había cambiado mucho desde su encierro y para poder existir tuvieron que apoderarse de cuerpos recién muertos o con almas débiles (en coma, severamente traumatizados, etc.).
En sus nuevos cuerpos, los Caídos conservaron algunos recuerdos de sus identidades humanas, y los mezclaron con los recuerdos de sus personalidades demoníacas. Al mismo tiempo los Caídos comenzaron a dividirse según sus objetivos: algunos querían terminar su guerra con el Cielo y reconciliarse con Dios, otros querían vengarse de la humanidad y otros conquistar y gobernar el mundo como habían hecho en otro tiempo.
Todos los personajes jugadores deben elegir una Casa, que define sus capacidades iniciales y su papel en la Creación, y puede elegir opcionalmente una Facción que refleja sus intereses en el mundo moderno. Las siete Casas representan los siete días de la Creación y la función de los ángeles antes de la Caída.
Las capacidades de los Caídos se llaman Saberes y además aparte de sus cuerpos humanos pueden manifestar “formas apocalípticas” que reflejan su verdadera naturaleza, angelical o demoníaca dependiendo de la angustia y el tormento que conserve el demonio de su estancia en el Abismo.
Las siete Casas de los Caídos son:
-Diablos (Namaru): la Primera Casa está formada por los ángeles de la luz y la llama, entre los que destacaba el propio Lucifer. Dieron forma a las estrellas y luces del cielo y su labor consistía en dirigir el plan de Dios dando instrucciones a las demás Casas.
-Azotes (Asharu): La Segunda Casa está formada por los ángeles del firmamento, que viajaban por las corrientes de aire y transmitían el hálito de la vida a todos los seres vivos. En cierto sentido son los llamados “ángeles de la guarda”.
-Malefactores (Annunaki): La Tercera Casa está formada por los ángeles del fundamento, que crearon la sustancia inerte y la canalizaron en sendas y formas. Estos ángeles construyeron el universo haciéndolo real.
-Perversos (Neberu): La Cuarta Casa está formada por los ángeles del tiempo, que pusieron en marcha y movimiento la creación y controlaban el flujo temporal, recogiendo el conocimiento del pasado y preparando a las demás Casas para lo que debía venir. De sus filas surgió el vidente Ahrimal, responsable de la profecía que terminaría llevando a la Caída.
-Corruptores (Lammasu): La Quinta Casa está formada por los ángeles de las profundidades, que crearon patrones cambiantes y evitaban que la Creación permaneciera inmutable, generando cambio y evolución. Se convirtieron en guardianes de la belleza y la cultura, y su presencia inspiraba a los demás ángeles.
-Devoradores (Rabisu): La Sexta Casa está formada por los ángeles de la naturaleza, que animaron a las plantas y animales y crearon las diversas formas de vida que habitaron el mundo antes de la llegada de la humanidad.
-Verdugos (Halaku): La Séptima Casa eran los llamados ángeles del Segundo Mundo. Al principio su labor consistía en eliminar o retirar los patrones que habían cumplido su función en la Creación, permitiendo la aparición de nuevas formas. Cuando la humanidad fue condenada a morir se convirtieron en los ángeles de la muerte.
Dentro de cada Casa existen tres divisiones generadas por los Saberes de la Casa, que también determinan el aspecto del Caído, llamado Faz. Las Faces pueden ser modificadas de forma relativa, teniendo en cuenta que desde la Caída muchos ángeles cambiaron sus cometidos originales.
En el mundo moderno los Caídos se han dividido en varias facciones políticas, siendo las más importantes:
-Crípticos: Los Crípticos son una facción de pensadores que meditan el estado de la Creación y cuáles son los pasos que deben tomar, así como los fallos que llevaron a la Caída y la derrota que les llevó al Abismo. Inicialmente iban a ser llamados “Inquisidores”, pero durante la edición del juego el nombre se cambió, aunque se ha mantenido en algunos suplementos.
-Fáusticos: Los Fáusticos desean vengarse de Dios por haberles maldecido y condenado al Abismo. Quieren desarrollar el potencial de la humanidad y utilizarla como arma en otra guerra contra el Cielo, aunque consideran que Lucifer ha fracasado y ya no están tan dispuestos a seguir su guía. Sus planes e intenciones son tan sutiles como peligrosos.
-Luciferinos: Los Luciferinos todavía creen en la causa de su líder Lucifer, que desapareció tras la derrota y no fue arrojado al Abismo. Todavía siguen sus principios y creen (sobre todo tras su reciente reaparición en la ciudad de Los Ángeles) en volver a luchar contra el Cielo bajo su guía.
-Reconciliadores: Los Reconciliadores han visto las consecuencias de sus actos y han llegado a la conclusión de que es el momento de terminar la guerra con el Cielo y hacer las paces con Dios. Muchos de ellos aprovechan esta segunda oportunidad tras la huida del Abismo para enmendar sus actos y ayudar a los humanos.
-Voraces: Esta facción nihilista, consumida por el tormento del Abismo, contempla el mundo actual corrupto y el potencial desperdiciado de la humanidad y creen que sólo queda una opción: destruirlo todo. Algunos lo consideran la venganza definitiva contra Dios, otros que es un acto de misericordia para un mundo moribundo y a otros no les importa.
Los antagonistas de los Caídos son los Encadenados. Después de ser arrojados al Abismo varios demonios desaparecieron, entre ellos los cinco Archiduques, los lugartenientes de Lucifer: Belial, Dagon, Abadón, Azrael y Asmodeo. Estos demonios fueron invocados de regreso al mundo por los humanos que conocían sus verdaderos nombres. Algunos de ellos fueron destruidos y regresaron al Abismo, pero algunos consiguieron permanecer en la realidad anclando sus espíritus en varios objetos especiales. Este tipo de atadura los ha convertido en seres corruptos y extraños, que han tenido siglos para incrementar sus habilidades. Muchos fueron adorados como dioses durante milenios, pero con el ascenso del cristianismo y la razón comenzaron a perder poder y quedaron en un estado de letargo.
Con el regreso de los Caídos muchos Encadenados han comenzado a despertar y han revivido sus antiguos cultos. Cada Encadenado es un demonio en el peor sentido de la palabra, con sus propios objetivos, pero la mayoría quieren esclavizar a los humanos y Caídos a su voluntad.
Aparte de los Encadenados, existen varios grupos de exorcistas y cazadores mortales, que desde hace siglos han cazado a los monstruos del Mundo de Tinieblas, y que no hacen distinciones entre los viejos males y los nuevos.
La metatrama de Demonio: la Caída derivaba de la destrucción del inframundo de Wraith: el Olvido y de hecho existen varios vínculos de trasfondo entre ambos juegos. La reaparición de los Caídos también coincidía con la reaparición de Lucifer en la ciudad de Los Ángeles, que había estado oculto durante milenios oponiéndose a los Encadenados. Sin embargo, a pesar de su potencial, la línea de juego fue cerrada en el año 2004 con el resto de líneas de juego del Mundo de Tinieblas.
Y hasta aquí este breve repaso a la influencia de los demonios en literatura, cine y juegos de rol.
Como siempre espero que hayáis disfrutado con la lectura, la próxima vez que individuo sonriente os prometa un trato irrechazable agarraos a vuestras almas y como siempre, la decisión queda en vuestras manos.
Por Magus
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2 comentarios:
donde encuentro este juego ?
Hola, tienes los manuales en este propio blog, si buscas un poco. Mira "ideas demoniacas" los links mas importantes de la derecha. Para otras cosas, google debiera servirte.
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