La herejia Arrasiana

La herejia Arrasiana (no confundir con el Arrianismo) fué originaria del pueblo francés de Arras (más tarde se extendería a Inglaterra e Italia), en 1191. Esta herejía nació del gremio de esquiladores, y postulaba que Cristo era Dios, pero que al matar a Cristo, se mató a Dios. No aceptaba el dogma de la resurrección, por lo que defendía que el mundo había quedado sin Creador.

Los seguidores de esta herejía se consideraban moralmente libres, al no existir ningún juez superior, y acabaron degenerando a prácticas viciosas y degeneradas.

La Inquisición comenzó a perseguirles en el siglo 13. Cuando los inquisidores fueron rastreando su origen hasta llegar a Arras, descubrieron allí un templo con un altar empapado en bilis, grimorios, ídolos... que estaban consagrados a Asmodeo.

La herejía fué aniquilada, aunque parte de sus reliquias y grimorios quedaron en manos privadas. Recientemente, comenzando a expandirse como un culto a la personalidad, a resurgido entre las calebridades y productores adinerados y ególatras de Hollywood.